La deuda privada cae en 22.000 millones en 2016

Las empresas y familias españolas redujeron su deuda en 21.895 millones de euros en 2016, según los datos publicados ayer por el Banco de España.

Los hogares españoles siguen aminorando su saldo hipotecario desde 2010, en un proceso impulsado por los bajos tipos y la creación de empleo. En 2016, las familias disminuyeron sus préstamos hipotecarios en 17.415 millones hasta situar el saldo total en 544.527 millones. Se trata del montante más bajo desde agosto de 2006. Si se compara con el máximo alcanzado en julio de 2010 por un importe de 680.760 millones, el endeudamiento destinado a sufragar la vivienda ha descendido en 136.233 millones en seis años, una caída del 20%.

Por el contrario, el crédito no hipotecario concedido a las familias aumentó en 4.957 millones en 2016 y alcanza los 168.479 millones. En total, la deuda de las familias bajó en 2016 en 12.495 millones hasta los 713.005 millones, lo que aproximadamente equivale a un 64% del PIB frente al 67% anotado en 2015 y el 83% que se contabilizó a cierre de 2010.

Por otra parte, la deuda de las empresas ha retrocedido en 9.400 millones y toca los 915.743 millones, un 82% del PIB frente al 86% registrado a diciembre de 2015 y el 115% que se alcanzó a finales de 2010.

Esta caída obedece, sobre todo, al crédito concedido por las entidades financieras residentes, que continúa desplomándose desde 2008, cuando se acumularon 953.046 millones. De acuerdo con las cifras del organismo supervisor, este saldo cayó en 24.810 millones en 2016 hasta los 531.285 millones. Es decir, en nueve años se ha hundido un 44%, en parte facilitado por la reestructuración de deudas de empresas.

No obstante, esta caída registrada en 2016 se vio algo compensada por el alza de la financiación que obtuvieron las empresas mediante otras dos vías: una, por el incremento en 3.776 millones de la financiación en valores distintos de acciones como la emisión de bonos. El saldo por este concepto asciende a los 88.655 millones a cierre de 2016, lo que significa que las grandes compañías han duplicado con la crisis el recurso a esta financiación mayorista desde los 40.178 millones que se registraron en 2008.

Y la otra forma en que ha aumentado el crédito a las empresas ha sido gracias a los préstamos del exterior. Es decir, las grandes empresas españolas, muy internacionalizadas, han acudido al extranjero para conseguir más financiación. Este saldo ha engordado en 11.634 millones durante 2016 para sumar un total de 295.803 millones. A fecha de diciembre de 2008, esta partida se situaba en los 267.880 millones.