“El mundo necesita más integración y será difícil detener ese proceso”

Estos días, la mayoría de las conversaciones giran en torno al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y al impacto que tendrá su mandato sobre la economía, las empresas y las relaciones internacionales. También la charla con el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, (Filadelfia, 1953) que conoce bien cómo funciona Washington. “En la campaña había quien decía que había que tomarse a Trump seriamente pero no literalmente, y quien apostaba por lo contrario. Ahora ya sabemos que hay que mirar las dos cosas”.

Pregunta. ¿Pinta tan mal para Latinoamérica un Gobierno de Trump como parece?

Respuesta. No cabe duda de que él es un político no tradicional. Esperemos a ver cómo arranca su Gobierno. Ha prometido un aumento del gasto público para paliar el déficit de infraestructuras, la desregulación de muchos sectores, una reforma tributaria que permita a las empresas repatriar capitales y veremos cómo será finalmente su política comercial. Los mercados prevén que eso genere más crecimiento de la economía estadounidense, lo que provocará un aumento del precio de las materias primas, pero también de los tipos de interés. Eso tendrá un efecto sobre los mercados emergentes. Y la región aún necesita atraer capital del orden de tres a cinco puntos del PIB cada año.

“Temer está haciendo las reformas que necesita Brasil”

P. ¿Teme que Trump impulse una vuelta al proteccionismo?

R. Creo que el mundo necesita mucha más integración y que será difícil detener ese proceso. Pero no hay que olvidar que es más lo que Estados Unidos exporta a América Latina que lo que la región vende a EE UU. La región, sin duda, tiene una oportunidad en este contexto. El 65% del comercio de Europa se da dentro de la Unión Europea, en Asia ese porcentaje llega al 50% y en Latinoamérica apenas llega al 20%. Buena parte se explica por un déficit de infraestructuras que impide conectar a unos países con otros, y otro motivo son las barreras no arancelarias. Esto obligará a que América Latina aumente sus cadenas de valor.

P. ¿Cómo pueden verse afectados los grandes gigantes, México y Brasil, por este contexto?

R. Brasil es una economía tan grande que apenas el 15% de su comercio es con el exterior, mientras que en el caso de México asciende al 40%. Brasil arrastra tres años de caídas del PIB y parece que este año puede volver a crecer, pero lo más importante es que el Gobierno del presidente Michel Temer ha demostrado su voluntad de hacer reformas. Ha congelado el gasto público en varias áreas para los próximos 20 años y a acometido la reforma del sistema de pensiones. Ese es el tipo de cambios que necesita el país. El caso de México es distinto porque se mantiene, en buena medida, un comercio entre empresas con fuertes lazos con EE UU. Confiamos en que se llegue pronto a un acuerdo que clarifique el escenario.

P. ¿Será el momento de que Europa refuerce su presencia en la región?

R. En realidad hay muchas Europas. España sin duda tiene una fuerte presencia en toda la región, también Portugal tiene una relación especial con Brasil e Italia en los últimos años ha empezado a mirar a Latinoamérica. Pero la crisis ha hecho que Europa se haya cerrado mucho en sus problemas y que otras regiones, como Asia-Pacífico, hayan aumentado su comercio con la región.

P. ¿Es China el referente de futuro para Latinoamérica?

R. China ha sido muy importante como comprador de materias primas, básicamente de cinco o seis productos, mientras que nuestra relación con EE UU o Europa es mucho más diversificada en sectores y servicios y eso es fundamental para Latinoamérica. Sin embargo, China sí ha cobrado gran protagonismo como financiador de proyectos de inversión en la región y se ha convertido en un actor fundamental de estos procesos.

P. ¿Se podrán dejar atrás los números rojos de los últimos años en estas condiciones?

R. Es verdad que Latinoamérica ha registrado datos negativos en los dos últimos años, fundamentalmente por las caídas del PIB en Brasil, en Venezuela y Argentina. Nosotros confiamos en que este año ya se pueda registrar un crecimiento del 2,5%, pero en buena medida va a depender de lo que pase en la economía global y ya hemos visto que en este sentido ha habido muchas sorpresas en los últimos años.