El ‘lobby’ taurino echa cuentas

La guerra entre partidarios y críticos de la Fiesta se pasa a las cifras. Los taurinos, preocupados por el "discurso de hostigamiento" de los animalistas, han elaborado un informe que cifra en 1.600 millones de euros el impacto económico del sector en España. Encargado a la Universidad de Extremadura por la Asociación Nacional de Organizadores de Espectáculos Taurinos (ANOET), el documento repasa las ayudas de la Administración a la tauromaquia y asegura que solo reciben 25,5 millones en subvenciones, frente a los 600 millones que calculan los detractores de las corridas.

Este informe nace con la intención de "contrarrestar" los ataques de los animalistas, según explica Mar Gutiérrez, secretaria de Anoet y una de sus autores. Es más, en la propia introducción se incide en que el lobby antitaurino aprovechó el comienzo de la recesión en 2007, que afectó al sector "como al resto" de la economía, para enfocar su discurso en argumentos económicos: "Lograron que calase en la sociedad que los toros son un espectáculo sostenido únicamente con multimillonarios subsidios". Una tesis que este documento intenta tirar abajo.

Para ello, en base a datos recabados de los presupuestos de las instituciones públicas, los autores concluyen que la tauromaquia es la industria cultural "menos subsidiada", pese a que "no hay manifestación cultural hecha en este país que genere ingresos fiscales tan elevados". Y aportan una batería de cifras: aseguran que todos los festejos de este tipo (desde encierros a corridas) congregaron a 24,8 millones de espectadores en 2013, que se tradujo en una recaudación en taquilla de 208,88 millones y que permitió al Estado obtener 43,86 millones en concepto de IVA.

"A través de este impuesto se recaudó tres veces más que del cine español (14,5 millones) y más que del teatro (35,42 millones) y los conciertos de música popular (31,18 millones)", subraya el informe, donde también se recalca que este sector influye en el 1,16% del mercado laboral español: genera, dicen, 57.000 puestos de trabajos directos y 142.000 indirectos. Una actividad que supone un impacto de 1.600 millones —422 millones de volumen de negocio directo; 361 de gastos indirectos en transporte, restauración y alojamiento; y 820 millones de efectos inducidos—.

Pese a ello, repite Anoet, las ayudas "le son escamoteadas a la tauromaquia desde todas las administraciones". El informe concluye que solo reciben 30.000 euros del Estado, correspondientes al Premio Nacional de Tauromaquia; tres millones de las "solo cuatro autonomías" con partidas para esta actividad; 2,38 millones de las diputaciones; y 20,1 millones de los ayuntamientos.

Pero estas cantidades distan muchísimo de las calculadas por los animalistas. Un grupo de eurodiputados de CiU, BNG e Iniciativa per Catalunya presentaron en 2013, junto al entonces parlamentario Alfred Bosch (ERC), un informe que sentenciaba que la tauromaquia obtenía 571 millones de las arcas españolas y otros 129,6 millones de la UE, a través de los programas de la Política Agraria Común (PAC). El Partido Animalista maneja cifras similares.

Guerra de datos

Y, ante tales diferencias, ambos bandos se acusan mutuamente de manipulación. Los taurinos afirman que sus opositores inflan las subvenciones en base a "burdas" proyecciones: “El informe Bosch asegura, sin pruebas, que las ayudas representan el 33% de un coste total estimado por ellos". Los animalistas, por su parte, reprochan a sus adversarios que, al calcular el impacto económico de una feria, "introducen, por ejemplo, la ocupación hotelera de la ciudad, como si todo el que durmiera allí fuera a ir a los toros".