El supervisor fija la protección que las cajas darán a sus bancos
Las fundaciones que controlen entidades deberán constituir fondos de reserva en cinco años
El Consejo de Gobierno del Banco de España aprobó una circular por la que se desarrollan las obligaciones de las fundaciones bancarias, heredadas de las antiguas cajas de ahorros, que tengan participaciones en bancos, cumpliendo con la Ley de cajas de ahorros de 2013. La Ley de cajas fijaba una serie de obligaciones para las fundaciones bancarias, que se hacen más exigentes en función de la participación que ostenten en el banco.
Las fundaciones, donde los patronos que representen al sector público no podrá superar el 25% del total, tendrá que crear diferentes sistemas de protección financiera para sus filiales. Así, las fundaciones deben elaborar un protocolo de gestión y un plan financiero anual siempre que la participación sea superior al 30%. Si la participación es igual o superior al 50%, o existe control de la entidad, el plan financiero deberá reforzarse con un programa de diversificación de inversiones y gestión de riesgos y con la constitución de un fondo de reserva en cinco años.
Evitar el fondo
Sin embargo, la ley deja una salida para los que quieren evitar crear este fondo, que es un paso complicado: si dicen al supervisor que tienen un plan de desinversión en el banco, con el que bajen su participación del 50% en cinco años, están exentos de crear el fondo. Este es el caso de Unicaja e Ibercaja, que han prometido salir a Bolsa o reducir su participación antes de un lustro.
Este fondo está en relación con los activos ponderados por riesgo, que debe concretar la futura circular, que todavía no se ha publicado. Para la Fundación Caixa, dueña al 100% de Criteria, que tiene el 57% de CaixaBank, este fondo supone unos 900 millones. El plan de desinversión “tendrá carácter reservado y será aprobado por el Banco de España”, dice el supervisor.
El caso de que las fundaciones de varias cajas actúen de forma conjunta, se deben sumar sus participaciones. Sin embargo, el supervisor y el Gobierno han admitido que la fundación BBK (con el 57% de Kutxabank), Kutxa (con el 32%) y Vital (con el 11%), aunque han constituido el banco entre las tres, no tienen por qué seguir actuando de forma concertada. Gracias a este matiz, considerado en el sector como una victoria política del PNV, que controla Kutxabank, BBK solo tendrá que constituir un fondo de unos 250 millones en lugar de uno de casi 700 millones si se consideraba la participación concertada entre las tres fundaciones. Gigantesco matiz.
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