Nuevo récord inmobiliario en Manhattan

El mercado inmobiliario en Manhattan se prepara para otro récord. Esta vez a pie del mismo granito sobre el que se alzan las nuevas torres de lujo que están definiendo el perfil de la isla en el fondo sur de Central Park. Se trata de una triple residencia de seis plantas en el Upper East Side que acaba de salir a la venta por la friolera de 120 millones de dólares, algo más de 106 millones de euros al cambio.

La propiedad, que ahora está compuesta por 13 apartamentos de lujo, está situada en la calle 62, cinco calles por encima de la ya conocida como Billonaires Row, donde emergen dos rascacielos en los que se han pagados sus áticos por un centenar de millones. Está solo a unos pasos del parque y como señala la agencia inmobiliaria que lo ofrece, representa una oportunidad única para crear un palacete.

También podría servir para establecer una embajada, montar un club o utilizarse como espacio comercial. La mansión es una joya en si misma. Se construyó en 1879 como tres viviendas separadas, bajo en el mando de la firma de arquitectos Breen & Nason. Cuatro décadas después se le dio un toque clásico neofrancés a la fachada. La propiedad fue restaurada por completo hace cuatro años.

Si el exterior es singular por su carácter, las proporciones y las alturas de los techos dentro son de los que quitan el aliento en una ciudad donde la mayoría de la gente se lo tiene que apañar para vivir en 50 metros cuadrados y una cocina que cabe en un armario. Si se combinan las tres viviendas, la superficie resultante es de 2.830 metros cuadrados. Más detalles: hay 23 chimeneas y 11 terrazas.

Incluso si no se quisieran juntar, la configuración actual de las tres casas permitiría generar suculentos ingresos al futuro dueño gracias al alquiler de los apartamentos. Y por si no fuera suficiente con todo esto, el brownstone que está justo al lado en el número 18 también está en venta, por 32 millones, lo que permitiría ganarle 885 metros cuadrados para dar aún más grandeza a la mansión.

Si se firmara un contrato por el valor que se ofrece, machacaría el récord de 53 millones que se pagó durante el último boom inmobiliario por la Harkness Mansion. Dejaría también pequeños los 100,5 millones desembolsados por una misteriosa familia estadounidense por el ático en el One57 ó los 95 millones que vale el palacete tipo loft que el magnate saudí Fawaz Alhokai compró en el 432 de Park Avenue, el rascacielos residencial más alto del hemisferio Occidental.