Las torres de ‘telecos’ prueban su rentabilidad
Cellnex sale a Bolsa con el foco puesto en los servicios a operadores de telefonía
Los fabricantes de teléfonos móviles llevan años en una carrera sin fin por fabricar el dispositivo con mejores prestaciones y mayor capacidad de gestión de datos (y aplicaciones). Y las operadoras les siguen los pasos al hacer posible que sus redes asuman ese aumento de demanda de los usuarios. Un informe de Morgan Stanley señala que cada vez que un cliente de Vodafone en Europa cambia su línea de voz y datos 3G por una ultrarrápida de 4G, su consumo medio mensual pasa de 825 megabytes a 1,5 gigabytes. Cisco va más allá con una previsión de futuro: en 2018 esa demanda de capacidad podría alcanzar los 5,5 gigas. Y la tecnología 5G está en pleno desarrollo, así que estas estimaciones irán a más.
La cuestión es si la actual infraestructura de transmisión de datos está preparada para asumir ese salto exponencial. La convivencia en España de Movistar, Vodafone, Orange y Ono ha creado cuatro redes de telecomunicaciones superpuestas. Un estudio de Ernst & Young subraya que asegurar la capacidad de la red pasa por nuevas torres de telecomunicaciones y/o racionalizar su construcción y que los operadores se avengan a compartirlas, pasando página a una etapa en la que cada compañía tenía su propia red. Cellnex, la antigua Abertis Telecom, apuesta por esa segunda opción. Desde 2012 está inmersa en un proceso de compra de torres de telecomunicaciones inalámbricas. Dispone de unas 7.472 en España y 7.698 en Italia.
El tirón de ese negocio es la base de su oferta pública de venta de acciones (OPV) que le llevará a estrenarse en Bolsa el próximo jueves 7 de mayo. Pretende ampliar su papel como principal gestor neutro e independiente del sector de las telecos. El futuro del 4G y el 5G está detrás de las expectativas de éxito de Abertis, su matriz, que prevé recaudar 1.780 millones de euros con la colocación de un 55% de las acciones de Cellnex (porcentaje ampliable al 60,5%).
Un objetivo y tres áreas de negocio
Cellnex centrará su expansión en España e Italia, donde ya cuenta con una fuerte implantación. Las estimaciones de la consultora Arthur D. Little apuntan a la necesidad de construir, entre 2014 y 2019, 3.200 nuevas torres de telecomunicaciones en España y 1.500 en Italia. Muchas de ellas, considera la todavía filial de Abertis, serán de carácter personalizado a petición de los propios operadores móviles. Pero la compañía también señala que, más allá de la construcción de nuevas instalaciones, en España la convivencia de cuatro operadores con sus propias redes ha originado redes superpuestas. Hasta 7.000 mástiles podrían ser desmantelados en España sin afectar al servicio. En Italia sucede lo mismo: podrían desaparecer 7.500 torres.
Con todo, las infraestructuras para telefonía móvil aportaron el 25% de los ingresos de Cellnex en 2014 (108 millones), pero es previsible que en el plazo de dos años —sobre todo gracias a la última adquisición en Italia— esa cuota alcance entre el 50% y el 55%, superando el actual negocio de redes de radiodifusión, centrado en la distribución y transmisión de TDT y señales de radio. En 2014, ese área aportó el 57% de los ingresos (248,5 millones). La tercera pata del negocio se centra en los servicios de red, las smart cities, el Internet de las cosas. Cellnex asegura que está desplegando una red de comunicaciones inteligentes que permita la conexión entre objetos, desarrollando en España un ecosistema sólido del Internet de las cosas.
Mientras que el grupo de infraestructuras captará recursos para crecer en el negocio de las autopistas, su participada buscará financiación en los mercados para continuar su expansión en un negocio que tiene puntos en común con el de las vías de peaje: los contratos largos, de una veintena de años, con las operadoras de telefonía ofrecen estabilidad y rentabilidad. La diferencia es que la externalización de torres de telecomunicaciones por parte de los operadores en Europa es incipiente y los gestores independientes como Cellnex ven grandes posibilidades de desarrollo. Apenas un 10,6% de los mástiles existentes en la Unión Europea están subcontratados, mientras que en Estados Unidos ese porcentaje supera el 30% y va al alza.
Esas diferencias de desarrollo de mercado son las causantes de que los dos mayores operadores —las towerco, en la denominación anglosajona— sean americanos y se sitúen a mucha distancia del resto de competidores. La capitalización de American Tower supera los 35.000 millones de euros, y la de Crown Castle, los 25.000 millones. Para la todavía filial de Abertis, que hasta el martes no tendrá definido su precio de salida a Bolsa, se le prevé una capitalización máxima de 3.243 millones de euros. Y será el principal operador europeo tras el auge de compras de los últimos tres años, con presencia en España e Italia y con el objetivo de crecer en Alemania, Francia y Reino Unido.
Por detrás se situarán EI Towers (3.300 millones de capitalización), PT Tower Bersama (1.400 millones) y RAI Way (1.100 millones). El proceso de externalización alumbrará otra cotizada del sector en el mes de junio: Inwit, filial de Telecom Italia, con una capitalización prevista de unos 1.800 millones.
Las razones económicas explican el interés de los operadores de telefonía por desentenderse de sus torres, que durante años desplegaron por el territorio con extremo celo, como una inversión estratégica. “Las cosas han cambiado, ahora las operadoras lo que quieren es invertir en el desarrollo de redes (4G y fibra óptica) y en contenidos, de ahí que estén optando por monetizar sus inversiones en torres de telecomunicaciones”, explica María Pla, de PriceWaterhouseCoopers. Aclara que lo que los operadores venden es, al fin y al cabo, la infraestructura física, el mástil. “Se desprenden de la infraestructura civil, pero no de la parte inteligente, el equipo de red, que seguirá siendo de su propiedad, pero ubicada en una torre que es propiedad de otra empresa”, aclara.
Un reciente estudio de Ernst & Young señala que lograr un grado de externalización del sector en Europa similar al norteamericano permitiría a los operadores móviles una monetización de 27.000 millones de euros. El mismo documento, elaborado para la patronal de empresas del sector, señala que las towerco son un 40% más eficientes en la gestión de redes de torres que las compañías de telefonía. Se trata de un negocio que, subraya Pla, se basa en las economías de escala y en la máxima ocupación de cada mástil.
Cellnex confía en su red. “La amplia base de activos físicos de la sociedad es técnicamente compleja, y su reposición exigiría una elevada inversión por parte de sus competidores”, señala la compañía en el folleto de la OPV, en el que también indica que el 44% de sus torres no tenían emplazamientos competidores en un radio de un kilómetro en zonas rurales y un 24% de las torres en zonas urbanas tampoco tenían rival en un radio de 150 metros a la redonda. “No pretendemos ser la empresa que tenga más torres de Europa, pero sí la que tenga más servicios por torre”, señaló Tobías Martínez, consejero delegado de Cellnex, la pasada semana durante la presentación de la OPV, en línea con la buena ubicación que defiende el folleto.
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