Lo que trajo la tarjeta
Cuatro negocios que nacieron gracias al ‘dinero de plástico’ y serían inconcebibles sin él
Si hay un medio de pago extendido, conocido y aceptado a nivel mundial ese es la tarjeta bancaria. Ya sea de débito o de crédito, son la herramienta perfecta para huir del efectivo y poder realizar compras en cualquier lugar. En España, hay un total de 68,43 millones de tarjetas en circulación según los últimos datos del segundo trimestre de 2014 del Banco de España, siendo mayoritarias las tarjetas de crédito –43,36 millones frente a los 25,07 millones de tarjetas de débito-.
Se trata por tanto de un medio de pago que también es un negocio para muchos. Se convierte en la forma de hacer negocio para bancos o en la forma de garantizar el pago para empresas. ¿Qué negocios “viven” de las tarjetas?
- Tiendas online. El comercio online está preparado para casi cualquier tipo de pagos, incluso sin tarjeta, por transferencia o bien contra reembolso. Pero prevalecen los pagos directos, y para ello las tarjetas bancarias han sido el instrumento perfecto. La página establece un sistema de pago en el que introducir los datos de la tarjeta y proceder al cobro del importe. Además, gracias al auge del comercio electrónico, se han desarrollado otros sistemas de pago online que vienen de la mano de un intermediario con el fin de aumentar la seguridad, como por ejemplo PayPal, Google Wallet o Amazon Payments entre otros, donde el usuario se abre una cuenta y ya no tendrá que introducir los datos de la tarjeta en cada compra, sino los datos de la cuenta del sistema elegido.
- Alquiler de vehículos. Si hay un negocio que está estrechamente vinculado a las tarjetas y concretamente a las tarjetas de crédito, ese es el del alquiler de vehículos. Las compañías de alquiler de vehículos solicitan que el pago sea con una tarjeta de crédito –la mayoría, aunque siempre hay excepciones-, ya que es una garantía de pago para la empresa de alquiler. Además, la operativa de pago consiste en ocasiones en el bloqueo de una cantidad de dinero en esa tarjeta de crédito, y cuando concluye el alquiler o bien se desbloquea o bien esa cantidad bloqueada será la del coste del alquiler.
- Comisiones en comercios por cobro con tarjeta y alquiler de datáfonos. Es una parte del negocio de los bancos. Son prácticamente ya todos los comercios los que aceptan el pago con tarjeta, y eso les supone un coste. Los bancos llevan a cabo el cobro de comisiones por cada transacción que se realiza en un comercio a través de un datáfono, diferenciando entre tarjeta de débito y tarjeta de crédito. Además, otro negocio que no se entendería sin las tarjetas, sería el propio datáfono, el aparato que permite y ejecuta el pago en sí y que por lo general es proporcionado por el banco cobrando un alquiler por él. Hoy día, este pequeño aparato es prácticamente indispensable para cualquier comercio.
- Pago en cruceros. La tarjeta de crédito es la gran protagonista y aliada en los viajes en crucero. Muchas compañías no admiten el pago con tarjetas de débito y en caso de querer hacer pagos en efectivo, es necesario primero hacer un depósito de una cantidad mínima por persona. El modo de operar de la mayoría de los cruceros es a través de la apertura de una cuenta de a bordo en cuanto se inicia el crucero, en la que se irán acumulando los gastos realizados y que habrá que abonar al finalizar el crucero –generalmente se realiza con tarjeta de crédito-. Al pagar con tarjeta de crédito, se evitará necesitar cambiar el efectivo a la moneda vigente del lugar –dólar o euro-.
La tarjeta bancaria es uno de los grandes inventos para facilitar el pago allá donde se vaya y allá donde se compre. Con el avance de la tecnología como por ejemplo con el pago a través del móvil, veremos si la popularidad de las tarjetas sigue siendo tal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.