Cinco metas para tus ahorros
Economizar dinero no es un objetivo en si mismo; lo que juntemos tiene un fin
En el día a día se llevan a cabo tareas de ahorro, requieren un mayor o menor esfuerzo pero el resultado es satisfactorio. El ahorro puede venir por pequeños hábitos que eviten el gasto innecesario o bien puede venir a través de productos financieros adecuados. Por lo tanto el ahorro perfecto sería el de evitar el gasto y además ver crecer el dinero gracias a un producto financiero de ahorro.
La realidad es que la tasa de ahorro de las familias españolas en el primer trimestre de 2014 fue de -1,9% según el Instituto Nacional de Estadística mostró en la Contabilidad Nacional Trimestral. Quizá este pueda convertirse también en un motivo más para ahorrar.
Pero, ¿por qué se ahorra? Seguramente motivos habrá infinitos. Dependerá de cada tipo de persona y de las aspiraciones que tenga en un futuro cercano o en uno más lejano. Un modo de ahorrar son las cuentas bancarias enfocadas directamente para ello, cuentas remuneradas en las que se puede ver cómo crece el dinero a la vez que se tiene total disponibilidad de él, como por ejemplo con la Cuenta COINC. Una cuenta que se puede convertir en una buena herramienta de ahorro, en la que se estipulan metas y se hacen aportaciones para conseguirlas en un tiempo determinado.
Ahorro a corto plazo
Hay quien encamina el ahorro hacia un objetivo cercano. La cantidad a ahorrar es más reducida y el resultado del ahorro es para disfrutarlo en un menor tiempo. El corto plazo tiene que ver con las metas que se pueden alcanzar en menos de un año. Cada meta requerirá de un tiempo y de una cantidad, puntos clave para su consecución.
Viajes. Los más viajeros siempre están en busca de su próxima aventura, por eso su meta será el presupuesto para su próximo destino. Con una cantidad mayor o menor, dependiendo de las preferencias, pero un ahorro enfocado al ocio y disfrute del viajar.
Tecnología. Los apasionados de la tecnología buscan siempre tener lo último que sale al mercado, pero ese último aparato puede tener un coste fuera del alcance en el momento de su salida al mercado. Por ello encauzan el ahorro de cara a su compra, con una cantidad de dinero ya estipulada.
Ahorro a largo plazo
Este es el ahorro pensado para el futuro más lejano. Asegurar un buen retiro o realizar compras con importes elevados son metas alcanzables a las que dedicar un gran montante de los ahorros.
Coche. La adquisición de un vehículo es una de las grandes compras que hace una persona. Requiere de una inversión inicial que puede venir de la mano de los ahorros. Dependiendo del tipo de coche que sea, se necesitarán más o menos ahorros, pero generalmente la meta sea elevada, aunque siempre se puede contar con la opción de la financiación de todo o parte del precio. Además, aquí hay que tener en cuenta que hay que contar con dinero ahorrado también para otros gastos que vienen con un vehículo como es el seguro del mismo.
Casa. La vivienda es la compra que necesita de mayor inversión. Es una gran meta y a la altura de ella deberán estar nuestros ahorros. La financiación para la compra de una casa suele estar en torno al 80% del valor del inmueble, por lo que necesitaremos contar con importantes ahorros para el 20% restante.
Jubilación. Es el más largo plazo. Pensar en el futuro, en un retiro cómodo y plácido gracias a un buen ejercicio de ahorro durante la vida laboral. Para esta meta pueden ayudar productos de ahorro como planes de pensiones, enfocados para complementar la pensión de jubilación.
Sea cual sea la meta, es importante rodearse de buenos productos financieros que trabajen a favor de alcanzar la meta y de llevar a cabo hábitos de consumo responsables con los que reducir el gasto de las facturas más comunes.
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