El Banco Espírito Santo queda excluido definitivamente de la Bolsa de Lisboa

Su cotización llevaba más de una semana suspendida y, el lunes, el Banco Espírito Santo (BES) quedó definitivamente excluido del PSI 20, el principal índice de la Bolsa de Lisboa. La entidad, intervenida el pasado 3 de agosto, fue retirada del selectivo lisboeta a un precio de 0 euros, lo que provocó una caída del índice en alrededor de 675 millones. Ese era el valor de mercado que tenía la entidad el pasado día 1, cuando la Comisión del Mercado de Valores lusa decretó la suspensión de su cotización tras dos días consecutivos de abultadas caídas, que llegaron a situar sus títulos en 0,10 euros.

La del lunes fue la primera jornada en la que solo cotizaron 18 de los 20 valores que debería tener el PSI 20, todos menos el BES y el Espírito Santo Financial Group , el holding financiero de la familia Espírito Santo, ya excluido. Tras la intervención, el BES ha quedado dividido en un banco bueno, llamado Novo Banco, reflotado con 4.900 millones (la mayoría viene de un crédito de la UE), y otro banco malo, que mantiene el nombre y los activos tóxicos.

Pérdidas en el BPN

El Ejecutivo portugués sostiene que como el crédito público se otorga al fondo de resolución bancaria, participado por el resto de bancos y aseguradoras del país, a su vez único accionista de Novo Banco, la ayuda no es una nacionalización. Ni, por tanto, las eventuales pérdidas cuando se venda este banco bueno irán contra el erario público.

Lisboa trata así de evitar una nacionalización ruinosa como la del Banco Portugués de Negocios (BPN), a finales de 2008. El Tribunal de Cuentas actualizó el lunes el cómputo de pérdidas por esta operación, que ya ha costado al Estado luso 2.200 millones.