El Gobierno blinda Cesce de conflictos de interés entre países antes de su venta
El Ejecutivo excluye de la privatización a compañías que gestionen coberturas de otros estados
El sector de las aseguradoras está revuelto ante la inminente privatización de Cesce. El Gobierno aprobó hace tres meses el decreto por el que daba luz verde a la venta del 50,25% que controla en esta compañía, encargada de la cobertura por cuenta del Estado de los riesgos de la internacionalización, con seguros, por ejemplo, a las exportaciones. Para seguir adelante con la operación el Ejecutivo debía publicar el pasado 23 de julio otro decreto, en el que especificara el funcionamiento del nuevo sistema de seguros. Y los requisitos incluidos en esta segunda norma, solo pendiente ya del visto bueno del Consejo de Ministros, dejan fuera de la compra a algunos grandes jugadores del sector, como Mapfre, Catalana Occidente y grupos extranjeros como Coface. Fuentes del Gobierno aseguran que la venta definitiva podría cerrarse en septiembre.
La propiedad de Cesce se la reparten ahora el Estado (50,2%), Banco Santander (21%), BBVA (16,3%) y Sabadell (3,6%). El 8,8% restante lo comparten otras entidades financieras y aseguradoras. El Gobierno decidió vender su participación mayoritaria en la compañía y preparar una salida a concurso —dentro de ocho años— de la cobertura a cuenta del Estado para las actividades internacionales. Así, según se aprobó en abril, sale a la venta el 50,2% de Cesce, pero durante ocho años tendrá garantizado el contrato estatal. Pasado ese tiempo, el contrato (para el llamado “Agente Gestor”) saldrá a concurso, y Cesce podrá concurrir al mismo, junto a otras compañías.
El 50% de participación pública en la aseguradora vale entre 111 y 220 millones
El Gobierno, que pretende cerrar la venta definitivamente en septiembre u octubre, ha preparado ya el real decreto donde desarrolla los derechos y obligaciones del Agente Gestor, y su aprobación, según fuentes gubernamentales, es “inminente”. Pese a las presiones de algunas empresas nacionales e internacionales, señalan otras fuentes del sector, el Ejecutivo ha decidido mantener el requisito que supone dejar fuera a varios jugadores: para ocuparse de las coberturas de España, la compañía que asuma el papel no puede tener conflicto de interés. “Se entiende que hay conflicto de interés cuando el Agente Gestor esté o pase a estar controlado directa o indirectamente por entidades que gestionen la cobertura de riesgos de internacionalización por cuenta de otro Estado, cuyos intereses o los de sus empresas estén en competencia con la exportación española”, señala la normativa preparada por el Ejecutivo.
Este artículo es el que dejaría fuera de juego a Mapfre, porque en asociación con Euler Hermes gestiona los seguros a la exportación de Alemania. También a Catalana Occidente, que a través de una filial participa en la cobertura de Holanda. Y a compañías internacionales, que participan de la cobertura de distintos países, como Coface en Francia, Sace en Italia o ECGD en Reino Unido.
El Gobierno todavía no ha revelado cuánto pedirá por su 50,25%. Pero el sector echa cuentas. Se basan sobre todo en la valoración de la consultora Ernst & Young, antiguo auditor de Cesce. Estimó un rango de valoración muy amplio, con una horquilla que va de 221 a 418 millones por el 100% de la compañía, por lo que el pedazo en manos del Estado valdría entre 111 y 210 millones.
El Ejecutivo quiere cerrar la operación de venta de la sociedad entre septiembre y octubre
¿Por qué una horquilla tan grande? El valor está muy influido por dos elementos. Por una parte, por el hecho de que su negocio de seguros del Estado esté solo asegurado durante ocho años, y después deba exponerse a un concurso público. Por otra parte, por una decisión reciente de la empresa, todavía no ejecutada: en su informe anual de 2013, se compromete a desembolsar un dividendo extraordinario que pensaba hacer efectivo antes de la privatización y que oscilaría entre 80 y 100 millones. Fuentes del sector aseguran que, para maximizar el precio de venta, el Gobierno estaría barajando la posibilidad de reducir ese pago, pero de momento no hay una cifra oficial.
La compra de Cesce es un bocado interesante en el sector, no solo para grupos de la competencia como Zurich o Mutua Madrileña, sino también para los fondos de inversión como Cerberus o Apollo y empresas de gestión de riesgos como Axesor. Para empezar, porque tiene ocho años de negocio estatal asegurado tras la privatización. Y además, con una remuneración fijada en el 20% de las primas. Ese mismo porcentaje (junto a sus seguros emitidos por cuenta propia) le permitió en 2013 a Cesce lograr un beneficio antes de impuestos de 43,8 millones de euros, frente a los 34,5 millones de un año antes.
También suscita interés Cesce por la diversificación de su negocio. Tiene presencia en siete países de América Latina, además de en España, Portugal y Francia. Y además del negocio a cuenta de los seguros del Estado, tiene servicios de crédito y caución y una división dedicada a la información y los estados financieros empresariales, con la página Informa D&B, entre otras.
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