La huelga de Lufthansa cumple su segundo día sin avances entre las partes

La huelga de tres días de los pilotos de la aerolínea alemana Lufthansa volvió a dejar a miles de pasajeros en tierra hoy en su segunda jornada, sin que se produjera ningún acercamiento significativo entre la empresa y los trabajadores.

El paro, el mayor en la historia de la compañía, afecta a 425.000 pasajeros y a 3.800 vuelos que han tenido que ser cancelados, entre los que se cuentan 164 vuelos con origen o destino en España.

El sindicato de pilotos de Lufthansa exige un aumento salarial del 10 por ciento, mientras que la compañía ofrece sólo una subida escalonada de hasta el 5,2 por ciento.

Asimismo los pilotos quieren volver a negociar las pensiones y restablecer el sistema de jubilación transitoria, que permitía hasta ahora a los capitanes pasar a la jubilación a partir de los 55 años con hasta 60 por ciento de su sueldo base, aunque, por término medio, se jubilan a los 59 años.

Según explicó hoy el portavoz del sindicato de pilotos Vereinigung Cockpit (VC), Markus Wahl, están a la espera de que se produzca una nueva reunión con los representantes de la aerolínea para buscar una salida al conflicto, después de que las negociaciones se interrumpieran el pasado domingo sin ningún resultado.

La huelga, a la que están convocados 5.400 capitanes y copilotos de cabina de las compañías Lufthansa, Germanwings y Lufthansa Cargo, se mantendrá hasta la medianoche del viernes.

El portavoz de VC declaró ayer que, aunque no se llevarán a cabo nuevos paros durante las próximas vacaciones de Pascua para no perjudicar a la gran cantidad de pasajeros que se espera que recurran al transporte aéreo, no se descartan nuevas movilizaciones pasadas esas fechas.

Por su parte, la portavoz de Lufthansa, Barbara Schädler, se mostró hoy confiada en alcanzar un acuerdo antes de que acabe ese plazo, en una entrevista a la cadena de radio hr-Info.

"Hasta el final de las vacaciones de Pascua en Alemania, que acaban el 2 de mayo, aún queda tiempo", apuntó Schädler.

En el mismo sentido se expresó el presidente de Lufthansa, Christoph Franz, que manifestó hoy al diario germano "Bild" su esperanza de que el conflicto entre la empresa y los pilotos no se alargue y se llegue a una pronta solución.

"Espero que retornemos rápidamente a las negociaciones y que encontremos un compromiso aceptable para ambas partes", apuntó Franz, preocupado por el efecto que el paro puede tener en la imagen de Lufthansa.

"Las compañías alemanas no son las únicas que pueden volar; hay alternativas y por eso los agentes implicados debemos tener claro qué es lo que está en juego", incidió Franz.

El jefe de Lufthansa también dijo desconocer las pérdidas exactas que este paro acarreará a la compañía, pero sí habló de daños millonarios por una huelga que, en su opinión, tanto su empresa como los pasajeros encuentran "muy dura".

Los aeropuertos germanos registraron esta jornada una afluencia de viajeros mucho menor que en días normales y no se registraron incidentes graves, ya que la mayoría de pasajeros fueron informados con antelación sobre las cancelaciones.

En el aeropuerto de Fráncfort (oeste de Alemania), el principal del país, diez personas debieron pernoctar en la zona de tránsito debido a que no podían abandonar el aeropuerto al no contar con un visado válido para la zona Schengen.

Tanto el aeropuerto de Fráncfort como el de Múnich (sur del país) lamentaron el perjuicio ocasionado por la huelga y las pérdidas millonarias derivadas del descenso de viajeros estos días.