El Gobierno brasileño admite que el sector eléctrico está en "alarma amarilla"
El sector eléctrico brasileño está en "alerta amarilla" debido a la fuerte sequía que afecta la capacidad de generación de muchas plantas hidroeléctricas, dijo hoy el viceministro de Minas y Energía, Márcio Zimmermann.
Zimmermann afirmó en una intervención en la Cámara de Diputados que hay un déficit de recursos hídricos que ha reducido la capacidad de las hidroeléctricas, que generan el 73 % de la energía que se consume en el país.
No obstante, aseguró que el riesgo de "desabastecimiento es bajo", pues el país cuenta con alternativas para mantener el suministro en sus niveles normales.
Para garantizar el flujo de energía, explicó, el Gobierno ha tenido que activar en diversas zonas del país plantas generadoras térmicas, cuya producción tiene un coste mayor y que repercutirá en los consumidores.
Según Zimmermann, los ajustes de las tarifas eléctricas se aplicarán a partir de 2015 de forma gradual y se mantendrán durante un período de cinco años.
Para intentar paliar el impacto de esta situación en las empresas generadoras de energía, el Tesoro Nacional ha autorizado préstamos estatales por valor de unos 1.700 millones de dólares para "evitar grandes oscilaciones" en las tarifas, dijo.
Durante los últimos meses vastas zonas de Brasil han sufrido grandes apagones que han puesto en evidencia los problemas de generación que existen en el país.
Las autoridades, sin embargo, han negado una y otra vez que esos fallos puedan llevar a un racionamiento de energía, como el que se aplicó durante seis meses en 2001, en el segundo período presidencial del socialdemócrata Fernando Henrique Cardoso.
La preocupación del Gobierno con el sector energético no es sólo económica, sino también política.
En 2001, el racionamiento desgastó profundamente al Gobierno de Cardoso y perjudicó en las elecciones del año siguiente al candidato oficialista José Serra, derrotado en las presidenciales por Luiz Inácio Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores (PT).
En octubre próximo, Brasil irá nuevamente a las urnas y, aunque aún no se ha confirmado oficialmente, el PT se propone postular para un segundo mandato a la presidenta Dilma Rousseff, que hasta hoy lidera todas las encuestas de opinión.
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