La UE propone un plan para evitar que el comercio de minerales financie conflictos
La Unión Europea (UE) propuso hoy una estrategia para impulsar un comercio "responsable" de minerales procedentes de zonas de conflicto en el mundo, de manera que los beneficios que se obtengan no sirvan para financiar luchas armadas.
La iniciativa, impulsada por los servicios de la jefa de la diplomacia de la UE, Catherine Ashton, y el comisario europeo de Comercio, Karel De Gucht, pretende "hacer más difícil" que los grupos armados en zonas afectadas por conflictos sostengan sus actividades a través de la minería o del comercio de esos recursos.
Al mismo tiempo, busca que las compañías puedan abastecerse más fácilmente de estaño, tantalio, wolframio u oro de manera responsable y fomentando los canales comerciales legítimos.
"La iniciativa de hoy sobre 'minerales en conflicto' ayudará a que el comercio contribuya a la paz, a las comunidades y a la prosperidad en áreas de todo el mundo afectadas por conflictos armados", indicaron en un comunicado Ashton y De Gucht.
La regulación propuesta por el Ejecutivo comunitario establece un sistema europeo de certificación para los importadores de esos minerales "que elijan importarlos de manera responsable a la Unión".
Ese certificado les exigirá "diligencia" para evitar causar daños sobre el terreno, a través de un seguimiento y administración de sus compras y ventas, en línea con las consignas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Según Bruselas, el objetivo es "actuar al nivel más eficaz" en la cadena europea de suministro y facilitar el flujo de información para los usuarios finales.
Además, para incrementar la rendición de cuentas al público de fundiciones y refinerías, crear una cadena de suministro más transparente y facilitar un abastecimiento responsable, la UE quiere publicar una lista anual de empresas "responsables" a nivel europeo y mundial.
La iniciativa propone asimismo "incentivos" para animar a las empresas a ser responsables, centrados en las licitaciones públicas de compañías que venden productos como teléfonos móviles, impresoras u ordenadores que contengan esos minerales.
También apoyo financiero para pymes, reconocimiento visible de sus esfuerzos, diálogo político y diplomático con los gobiernos sobre una extracción y procesamiento diligentes que incluya un diálogo sobre materias primas, cooperación al desarrollo con los países concernidos y otros apoyos a través de los Estados miembros.
Con más de 400 importadores de esos metales, la UE se encuentra entre los mayores mercados de estaño, tantalio, wolframio u oro, indicó la Comisión.
Esta regulación va acompañada además de una comunicación (documento no legislativo) que analiza cómo la política exterior comunitaria debe afrontar el vínculo entre los conflictos y el comercio de minerales extraídos de las áreas afectadas.
La iniciativa ha sido presentada tras recabar opiniones de las partes interesadas y la sociedad civil, y responde a la petición del Parlamento Europeo (PE) de 2010 de que la UE legisle en la misma línea que Estados Unidos para que sus empresas que utilizan estos minerales declaren su origen y ejerzan responsabilidad.
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