El consejo de Enagás gana un 17% más aunque mantiene el sueldo al presidente

Enagás ha hecho público este viernes el informe de retribuciones de su alta dirección y que, por primera vez y tal y como estipula la nueva normativa, contiene el detalle de los sueldos cobrados por los máximos responsables de la compañía, que recibieron un 17% más. Según el documento, el presidente de Enagás, Antonio Llardén, cobró 1,67 millones de euros en metálico en 2013, unos 3.000 más que en 2012. Además, recibió otros 218.000 euros como aportaciones al plan de pensiones, un 5% más.

El sueldo de Llardén acapara más de la mitad del conjunto de las retribuciones al consejo de administración de 2013, que en su conjunto cobró poco más de tres millones de euros. Esta cifra supone un incremento del 17% con respecto a la partida de 2,25 millones destinada a este mismo concepto en el ejercicio anterior, según el informe de remuneración remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

La empresa anunció hoy que en 2013 incrementó su beneficio un 6,2% hasta los 403,2 millones de euros, mientras que el Ebitda se situó en 1.028 millones de euros, un 10% superior al obtenido el ejercicio pasado y por encima del objetivo inicial del 5,5%. Estos aumentos se producen pese a que la demanda total de gas transportada al finalizar el ejercicio descendió un 4% respecto a la cifra registrada en 2012, debido fundamentalmente a la caída de la demanda de gas natural para generación eléctrica.

La mayor parte del incremento en las retribuciones se explica por qué el consejero delegado de la compañía, Marcelino Oreja. El hijo del político del PP y excomisario europeo se incorporó a la empresa tras el verano de 2012 y recibió durante ese ejercicio 103.000 euros de remuneración. Esta cifra se elevó en 2013 hasta 423.000 euros, a los que se suman 100.000 euros en aportaciones a los sistemas de ahorro.

La publicación de la información tiene lugar apenas dos días después de darse a conocer la inminente llegada de cinco históricos del PP al consejo de Enagás, que disfruta en condición de monopolio. El consejo dirigido por Llardén, un ejecutivo cuya carrera profesional y política está relacionada con gobiernos del PSOE, está formado por 15 miembros y celebró 11 reuniones en 2013.

Los consejeros del PP sustituyen a cinco independientes, de lo que dos —Dionisio Martínez y José Riva— habían cumplido el límite de doce años que marca la ley para ocupar un puesto en el consejo. Los otros tres —María Teresa García-Mila, Miguel Ángel Lasheras y Ana Isabel Sánchez— vencían en su mandato de cuatro años, pero podían haber sido renovados por otros cuatro. Sus sueldos de 2013 oscilaron entre los 113.000 euros que recibió Martínez hasta los 72.000 millones de Sánchez, aunque la mayoría cobró aproximadamente unos 75.000 euros.

La designación de cinco consejeros con reconocido pasado político se produce en un momento crítico para la compañía, ya que el Ministerio de Industria debe decidir ahora la nueva regulación gasística. Es el Gobierno, con el dictamen de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el responsable de proponer la nueva normativa que, entre otros conceptos, fija la retribución a Enagás como gestor del sistema gasístico que deben costear todos los consumidores en la parte regulada de su recibo (los llamados peajes).