Los trabajadores dicen que no dejarán que Coca-Cola cruce la "línea roja" de cierres
Varias decenas de trabajadores de Coca-cola han protagonizado hoy en el centro de Madrid una sonora manifestación para decirle a la empresa que no le permitirán "cruzar la línea roja" de los cierres y que la embotelladora de Fuenlabrada abrirá "sí o sí".
A falta de menos de 24 horas para que este viernes acabe el plazo para que las partes logren un acuerdo, un nutrido grupo de trabajadores de la embotelladora de Fuenlabrada (Madrid) y de otras en España, han expresado con lemas, pitos, pancartas e invitación a no consumir productos de la firma, su desacuerdo con los planes de la multinacional.
La oferta de Coca-Cola Iberian Partners (CCIP) prevé prejubilaciones y bajas voluntarias incentivadas y reduce el número inicial de afectados por el ERE de 1.253 a 1.190 trabajadores, aunque mantiene el cierre de las plantas de Colloto (Asturias), Fuenlabrada, Alicante y Palma de Mallorca.
El secretario del comité intercentros de Casbega, José Luis Encinas, ha dicho a Efe que los trabajadores insisten en que la empresa "saque el ERE de la mesa" y negocie un plan social "a largo plazo" para la salida de las personas.
Encinas ha asegurado que una de las posibilidades pasa por "dejar la plantilla necesaria para embotellar" en España y diseñar "un plan industrial que contemple cierres escalonados a cinco o diez años, no cuatro cierres ahora, en un sólo día".
En opinión de este portavoz, el tamaño de empresa que quiere Coca-Cola "no es operativo, teniendo en cuenta que Madrid es la Comunidad más consumidora" de la bebida en todo España.
"Es un problema político incomprensible", ha dicho Encinas, convencido de que Madrid "no puede dejar que se desmantele su industria; Si coca-Cola lo logra, después todas las empresas, con beneficios o sin ellos, harán lo que les de la gana y Madrid se quedará hecha un solar".
Los concentrados, vestidos con camisetas y gorras rojas, coreaban lemas como "Si Madrid no fabrica, Madrid no consume", "No al cierre de las plantas de Coca-cola en España" o "Si Coca-Cola cierra, guerra, guerra, guerra", y han colocado una mesa para recoger firmas contra el cierre de las plantas de la multinacional.
Leandro Fernández, un empleado que lleva quince años en la empresa, ha dicho que "no es suficiente" la propuesta de una empresa que tiene muchos beneficios y destruye empleo e industria.
En opinión de este trabajador, "es insólito que los trabajadores tengan que estar defendiendo sus puestos de trabajo mientras el Estado, garante de este derecho, desempeña un papel pasivo".
Alberto Pérez, representante de los trabajadores en la planta de Fuenlabrada y miembro del comité de huelga, ha dicho que los empleados se opondrán al cierre de la planta madrileña "cueste lo que cueste".
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