Draghi aboga por un verdadero fondo único de resolución en 5 años y no en 10

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, afirmó hoy que el plan acordado por los países de la eurozona para crear un verdadero fondo único de liquidación de bancos en un periodo de diez años "crea incertidumbre", por lo que abogó por reducir a cinco años el proceso de mutualización.

En un discurso pronunciado en el Instituto Monetario Europeo, el economista italiano señaló que los diez años previstos para mutualizar los compartimentos nacionales y crear un auténtico fondo único "parece un periodo excesivamente largo".

Ello es así porque los riesgos heredados serán evaluados ya en el análisis integral de la calidad de los activos y una prueba de resistencia que llevará a cabo el BCE antes de asumir, en noviembre próximo, la supervisión bancaria única.

A juicio de Draghi, sería mejor acelerar el ritmo de mutualización para crear un verdadero fondo europeo dentro de cinco años.

"Ello no implicaría que los bancos tengan que aportar contribuciones más elevadas (al fondo). El fondo seguiría alcanzando su pleno volumen tras diez años, pero tendríamos un verdadero fondo único tras cinco años", sostuvo el presidente del BCE.

Según el acuerdo sellado por la eurozona en diciembre pasado, el fondo de resolución se nutrirá de contribuciones anuales de 5.500 millones de euros a lo largo de diez años a cargo de la banca y hasta que esté lleno (unos 55.000 millones en 2026), estará dividido en compartimentos nacionales.

España aportará en torno a 8.500 millones de euros, según fuentes comunitarias, es decir, un 15 %.

En esta década transitoria, en el caso de que haya que proceder a liquidar un banco, se recurrirá a los fondos del compartimento del país o los países en el que la entidad está basada, de modo que progresivamente se irá permitiendo el acceso al capital común a un ritmo del 10 % anual hasta la mutualización total del 100 % en 2026.

Draghi afirmó que, si se quiere romper el vínculo entre la banca y la deuda soberana, hay elementos en el acuerdo de la eurozona sobre el mecanismo único de liquidación bancaria que se podrían mejorar.

"El principal problema es la incertidumbre sobre los arreglos de financiación de las liquidaciones. Ello es importante porque si los mercados no pueden prever cómo se financiará una quiebra y en qué cantidades, podrían verse en la situación de tener que incluir un riesgo residual de una implicación de gobiernos nacionales" en sus cálculos, dijo.

Ello "perpetuaría el nexo banco-deuda soberana", recalcó el presidente del BCE, quien sostuvo que otro tema que debe ser aclarado es qué arreglos para una red de seguridad o cortafuegos habrá en el periodo de transición hasta que haya un verdadero fondo único.

"Lo que hace creíbles a las autoridades de resolución es el reconocimiento de que pueden recurrir temporalmente a financiación pública como puente" si faltara dinero en el fondo, lo que estabiliza las expectativas y fortalece la estabilidad financiera, recalcó Draghi.

Por esta razón, el BCE defiende un mecanismo único de resolución con un "cortafuegos público sólido", ya sea la capacidad de pedir prestado temporalmente en los mercados con el respaldo de garantías de los Estados miembros, o con acceso a una línea de crédito, potencialmente del fondo europeo de rescate, el MEDE, señaló.

Tales préstamos serían recuperados por contribuciones adicionales a la banca y no cargados a las arcas estatales, indicó Draghi.