La Fiscal General lusa cree que los cuadros de Miró "no deben salir del país"
La fiscal general del Estado portugués, Joana Marques Vidal, se mostró claramente contraria a la intención del Gobierno luso de vender las 85 obras de Miró, aunque recordó que serán los tribunales los que tengan la última palabra.
"Esos cuadros forman un acervo que no debe salir del patrimonio cultural del país", señaló Marques Vidal en una entrevista a la cadena pública RTP en la que se pronunció personalmente por primera vez sobre este caso, que todavía hoy es protagonista absoluto de la actualidad política en Portugal.
Las piezas del artista catalán iban a ser subastadas el pasado martes en la casa Christie's de Londres, pero sus responsables decidieron a última hora anular la puja por la disputa en curso en los tribunales portugueses.
La Fiscalía lusa solicitó el lunes la suspensión de la venta de estos cuadros después de analizar la denuncia de cinco diputados del principal partido de la oposición, el socialista, en la que se advertía de irregularidades tanto en el proceso de venta como en el traslado de las obras al extranjero.
Según explicó la propia Marques Vidal, esta queja "tenía fundamento jurídico", aunque finalmente el juez la desestimó.
El fallo del Tribunal Administrativo de Lisboa precisaba que su negativa se debía a que la responsabilidad de poner a la venta las obras no recae en un ministerio concreto, sino en dos sociedades públicas propietarias oficialmente de las obras, pero ya en él se reconocía la existencia de irregularidades.
De hecho, la propia Dirección General de Patrimonio informó de la existencia de errores de procedimiento en esta operación, en la que se incumplieron los plazos exigidos para enviar la documentación necesaria relativa al traslado de las piezas.
Por este motivo, la Fiscalía lusa presentó una segunda petición de suspensión de la venta que deberá ser analizada por el Tribunal competente.
Marques Vidal -quien lleva en el cargo poco más de un año- declinó entrar "en el fondo de la cuestión" ni en discusiones jurídicas sobre el caso, y se limitó a negar cualquier tipo de interferencia política.
El primer ministro portugués, el conservador Pedro Passos Coelho, afirmó que el Ejecutivo se mantiene firme en su intención de vender la colección de Miró debido a que el país afronta una severa crisis que no le permite destinar fondos a su conservación, y añadió que espera que el proceso se concrete "a corto plazo".
La decisión del Gobierno portugués de vender las 85 obras del pintor catalán ha generado una enorme controversia en suelo luso, y tanto movimientos cívicos -que reunieron más de 9.000 firmas en Internet- como partidos de izquierda han mostrado su rechazo a esta operación.
Las piezas acabaron en manos del Estado en 2008, después de que su dueño desde 2006, el Banco Portugués de Negocios (BPN) fuese nacionalizado por riesgo de quiebra.
El Ejecutivo confiaba en recaudar por la colección de Miró en torno a 35 millones de euros, aunque algunos expertos lusos que censuran su venta advierten de que su valor podría incluso llegar a superar los 80 millones de euros.
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