Saunas adaptadas al hogar

Las saunas cada vez tienen más éxito en nuestro país. Originarias del norte de Europa, estas instalaciones ayudan a mejorar nuestra salud, tanto física como mental. Regulan la presión sanguínea, reducen la celulitis o apaciguan el estrés, entre otros muchos beneficios.

Sensaciones de bienestar que podemos sentir en nuestro propio hogar.

Las saunas llegan en 2014 aptas para cualquier espacio. Simplemente se requiere disponer de un baño o un vestuario y es recomendable contar con un balcón para poder refrescarse después de la sesión, que suele rondar los 40 minutos divididos en diferentes ciclos de entre 10 y 15 minutos (debe ser el propio usuario el que determine su tiempo de estancia, siempre bajo indicaciones médicas). La temperatura correcta debe estar entre los 80 y 90 grados.

También podemos añadirla a una piscina o un gimnasio. Con un buen diseño de la superficie, el baño de la sauna puede utilizarse como aseo habitual o vestidor.

Actualmente, en el mercado hay una amplia gama tanto para el exterior como para el interior, como, por ejemplo, la nueva sauna de Duravit, Inipi B Super Compact, que ofrece un espacio de 120x120 centímetros para uso individual. Además, la Inipi B se monta y desmonta con facilidad, lo que la hace atractiva incluso para viviendas en alquiler.

La sauna Inipi B de tamaño pequeño, de 117,5x117x213 centímetros, tiene un precio de 8.985 euros más IVA. Su montaje es de 550 euros para un perímetro de 20 kilómetros de desplazamiento.

Otra alternativa son las saunas que comercializa Effegibi, con dos líneas claramente diferenciadas. Por un lado, las de la línea Logica, Sky, Koko... que vienen equipadas de serie con cromoterapia y conexión wifi a distancia. Las medidas pueden oscilar entre la de uso individual de 115x86 centímetros hasta las que marque el cliente, ya que se realizan a medida.

Los precios varían entre los 4.000 y los 12.000 euros, sin incluir la instalación.

Por otro lado, la sauna de la línea Hammam es totalmente diferente de la sauna de vapor, ya que cambia la clásica cabina de madera por un cuarto de diseño especial de cristal, plástico o azulejo. Mantiene el nivel de humedad al 100%, pero la temperatura no supera los 40-45 grados, lo que permite disfrutar de las nubes de vapor sin límite de tiempo, ya que es prácticamente lo mismo que tomar un baño turco. El proceso consiste en relajarse tomando un baño con aire caliente, pasar después a uno aún más caliente, para finalizar tomando un baño frío.

Las saunas de la línea Hammam se pueden realizar en cualquier espacio destinado a la ducha de uso diario. Se aconseja la utilización de puertas que garanticen un cierre hermético, evitando de esta forma las pérdidas de calor. También se recomienda no superar la altura de 210-230 centímetros, para evitar el derroche de energía, puesto que el vapor y el calor tienden a subir. Otro requisito es que el techo no tenga una pendiente superior al 10%, para evitar el efecto lluvia cuando el vapor se condense. El precio aproximado es de 4.500 euros, incluyendo puerta y asiento abatible, pero puede llegar a los 12.000 euros si se incorporan sistemas que incluyan además ventilador de aire caliente, cromoterapia o conexión musical.

Instalar una cabina de sauna en nuestro hogar puede ser muy fácil. Existen en el mercado kits como los que nos propone Inbeca, para montar de una forma sencilla y rápida nuestra propia sauna. Su modelo está especialmente diseñado para interiores reducidos, ya que cuenta con unas medidas de 114x114x206 o 130x130x206 centímetros. Al ser tan reducido, solo tiene capacidad para dos personas y un equipo de potencia de 3 kilovatios. Su precio de venta al público es de 3.200 euros.

Si buscamos una opción más económica, podemos instalar una cabina de sauna infrarroja en nuestro hogar desde 900 euros. Este tipo de saunas emiten ondas de calor infrarrojo, el mismo que irradia el sol. También en este caso el montaje es muy sencillo y no requiere de instalación eléctrica especial. Basta con un espacio de un metro cuadrado y una toma de corriente de 220 voltios. El consumo eléctrico es bajo, ya que solo necesitan entre cinco y diez minutos para alcanzar la temperatura deseada, según Free Infrared, proveedor de las saunas de infrarrojos.

Relajarse gracias a estas cabinas de sauna y aprovechar sus beneficios es ya posible sin salir de casa, aunque todavía no apto para todos los bolsillos.