Anesvad

La pugna por ganar dinero a costa de los demás lleva desde antiguo al tráfico de personas en los países quebrados, como fueron los esclavos de antes, vendidos como mercancía. Hoy se trafica con todo. Y del tráfico de las influencias políticas, se puede pasar a las personas y por la misma razón, solo interesan las ganancias. Y si de paso se les mete un gol a los que dicen respetar los derechos humanos presumiendo, y ayudan a los pobres del mundo desde la altura de su primer puesto en el desarrollo. Pues mejor. Porque la realidad es que en todas partes hay gentes dispuestas a ganar dinero fácil a costa de la desesperación de las masas. Y lo logran utilizando y sirviéndose del respeto que se tiene en muchos sitios y países, a los derechos humanos y los servicios sociales. A costa de los impuestos que pagan los ciudadanos en los países del primer nivel en desarrollo. El tráfico de personas es un negocio sin escrúpulos que enriquece a unos pocos, y que al igual que las drogas, hace un daño atroz al conjunto de la sociedad. Sin medir el mal causado.

Interesante artículo, gracias por la publicación.