Viejos autobuses urbanos de Madrid circulan ahora por Ucrania, Cuba o Perú

Autobuses urbanos que han circulado más de diez años por las calles de Madrid y que ya han superado el periodo de amortización prestan servicio ahora en distintas ciudades de España y de otros países como Ucrania, Cuba o Perú.

Además de las ventas como la efectuada recientemente a la ciudad ucraniana de Lviv, Madrid ha donado vehículos retirados de su flota, dentro de sus proyectos de cooperación al desarrollo desde la década de 1990, a ciudades como Lima y La Habana, donde circulan una mezcla de autobuses cedidos por diferentes ayuntamientos españoles, y a países como República Dominicana y Marruecos.

En España, municipios como Jerez de la Frontera (Cádiz) o empresas de transporte como Autogranadina, concesionaria del transporte metropolitano de la ciudad de la Alhambra, ya adquirieron hace años vehículos usados de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de Madrid para cubrir sus servicios y este año han sido otros como Córdoba o Melilla.

En algunos casos, sin embargo, operaciones de compra venta que estaban avanzadas han quedado en nada por la polémica local que ha suscitado la adquisición de autobuses usados en lugar de nuevos.

Es lo que ocurrió este verano en la ciudad de Burgos, donde el Servicio Municipalizado de Accesibilidad, Movilidad y Transporte (Samyt) negoció la adquisición de seis autobuses a 5.500 euros la unidad y la oposición consiguió que no se formalizase el contrato con el argumento de que los ciudadanos pagan unos impuestos de primera mano y no se merecían un servicio de segunda.

Por causas diferentes, la empresa municipal Transportes Urbanos de Sevilla, Sociedad Anónima Municipal (Tussam) no llegó a formalizar la adquisición de diez autobuses por ese mismo precio.

Y eso pese a que, en ocasiones, los autobuses que ofrece Madrid cuestan entre 25 y 45 veces menos que los nuevos y tienen menor antigüedad, aunque probablemente más kilómetros porque las líneas de la capital son más largas, que algunos de los que circulan en las ciudades que los solicitan.

La EMT de Madrid cuenta actualmente con más de 2.000 autobuses que cubren 3.900 kilómetros de trayectos en 216 líneas con más de 10.000 paradas.

Sólo este año, la empresa municipal ha ingresado 557.515 euros por la venta de 58 autobuses retirados de servicio, aunque esta cifra suponga poco más de la mitad de los 102 que ofrecía en la que ha sido su primera subasta con puja libre.

Se trataba de 15 vehículos articulados y 87 estándar de 12 metros matriculados en los años 2000 y 2001, en condiciones de funcionar y con la ITV en vigor, junto a lotes de repuestos para los mismos.

En concreto, la EMT tenía previsto enajenar 15 unidades del modelo MAN NG313 articulado, de 18 metros; 20 unidades del Mercedes Citaro; 15 unidades del modelo Iveco Cityclass y 52 unidades del modelo Renault Cityline, todos ellos de 12 metros de longitud.

Según han informado a Efe fuentes de la EMT de Madrid, cada unidad salió en un precio mínimo de 5.500 euros, salvo el Citaro, que se fijó en 8.000 euros.

La compañía italiana Basco, ubicada en Como, a 40 kilómetros al norte de Milán, dedicada a la importación y exportación de autobuses nuevos y usados, se hizo en esa subasta con los 20 Mercedes Citaro tras ofrecer 13.111,50 euros por vehículo, hasta un total de 262.230.

Autobuses Urbanos de Córdoba (Aucorsa) compró 20 Renault Cityline por 5.500 euros cada uno y dos lotes de repuestos por 14.000, hasta un total de 124.000 euros.

El Ayuntamiento de Jerez de la Frontera adquirió nueve Iveco Cityclass por 9.500 euros cada uno y un total de 85.500 euros y la Cooperativa Omnibús Automóviles de Melilla otros seis del mismo modelo, en su caso por 11.405 euros cada uno y un total de 68.430 euros.

Otra empresa, la valenciana Autocares Transvía SL, se hizo con tres Renault Cityline por 5.500 euros y un total de 17.355,36 euros.

Lejos quedan ya los años del desarrollo del turismo en que ciudades costeras compraban para el verano autobuses madrileños retirados.

Sin embargo, todavía se producen intercambios, los últimos con Gandía (Valencia) y Orense, para que la EMT de la capital recupere para su museo los viejos autobuses que recorrieron sus calles en los tiempos del blanco y negro.

Por Eduardo Sobreviela