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EEUU PRESUPUESTO CIERRE

La estatua de la Libertad, víctima simbólica del cierre del Gobierno de EEUU

Fotografía de la Estatua de la Libertad. EFE/Archivo
Fotografía de la Estatua de la Libertad. EFE/ArchivoEFE

La estatua de la Libertad o "Lady Liberty", como la llaman cariñosamente los neoyorquinos, permanece desde hoy cerrada "sine die" debido al cierre parcial del Gobierno de Estados Unidos, lo que frustró a centenares de turistas que solo pudieron acercarse a ella sin parar en Liberty Island.

El pasado 4 de julio, la estatua de la Libertad era reabierta por segunda vez en un año por el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, quien bromeó diciendo "espero que sea la última reapertura que hacemos", tras el cierre por reformas primero y por los devastadores efectos del huracán Sandy.

Sin embargo, menos de tres meses, uno de los monumentos más simbólicos de Estados Unidos vuelve a estar en cuarentena, aunque esta vez por motivos ajenos a su estado, sino por el desacuerdo entre demócratas y republicanos a la hora de aprobar los presupuestos federales.

Entre muchas consecuencias inmediatas, como la suspensión de empleo y sueldo de 800.000 funcionarios, este cierre (el primero desde 1997 y entonces duró 20 días) ha provocado el cierre de todos los parques y monumentos nacionales, como es el caso de la estatua de la Libertad.

Hoy muchos turistas, ajenos a las últimas noticias, acudían a Battery Park para visitar la estatua de 93 metros de altura diseñada por Frédéric Auguste Bartholdi en 1886, pero al comprar el billete para el ferry, se encontraban con un cambio de recorrido: en vez de parar en Liberty Island, pasaba de largo y completaba su recorrido de una hora por otros lugares simbólicos de Nueva York.

"Hemos tenido que explicar a todo el mundo por qué no se podía visitar y algunos han reaccionado de buena manera pero otros han mostrado mucha cólera", explicó a Efe uno de los empleados de Statue Cruises, la empresa que tiene la concesión para comunicar Manhattan con Liberty y Ellis Island, Marcos Bedoya.

Con el horario ampliado para compensar el cambio de servicio -se cierra a las 17 horas en vez de las 15,30-, aunque con la frecuencia reducida -en vez de cada 15 minutos salen los ferries cada 20- el nuevo recorrido pasa, sin paradas, por Liberty Island, Ellis Island, el puente de Brooklyn y el memorial del 11-S y cuesta lo mismo que antes, 24 dólares.

"Ha estado muy bien porque así he visto más cosas, aunque, claro, no he podido ver la estatua de la Libertad", decía a Efe resignada Victoria, una turista austríaca, quien se había enterado de que la Estatua de la Libertad estaba cerrada al llegar en taxi al sur de Manhattan.

"Ha hecho un día estupendo y todo el mundo parecía estar contento, pero desde luego había poca gente, nada de aglomeraciones", continuaba, "aunque tengo que reconocer que no he acabado de entender qué tiene que ver lo que pase en el Gobierno de Estados Unidos con que cierren la Estatua de la Libertad".

Desde Statue Cruises reconocen que, aunque por la mañana no han registrado menor flujo de visitantes, han perdido mucho tiempo reorganizando la ruta, explicando a todo el mundo la nueva situación y también han perdido dinero por tener que devolver el dinero de los billetes reservados o por la inferior afluencia de clientes conforme avanzaba el día.

Además de a tan emblemático monumento, el cierre del Gobierno ha repercutido en la ciudad de Nueva York a los accesos a Ellis Island, al Museo Nacional de los Indios Americanos del centro George Gustav Heye y la suspensión de empleo y sueldo ha afectado 50.000 funcionarios del Estado.

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