El regulador británico espera que se "aprenda" del caso de J.P. Morgan
El regulador financiero británico (FCA) calificó hoy de "extremadamente serio" el caso de las pérdidas de J.P. Morgan Chase y pidió "aprender de las lecciones de este incidente" para que no vuelva a ocurrir nada similar.
El banco estadounidense pagará 920 millones de dólares a las autoridades reguladoras de EEUU y el Reino Unido tras admitir que violó las leyes de transacciones financieras y errores en sus controles internos sobre las operaciones de un operador, conocido como "la ballena de Londres", que ocasionaron unas pérdidas de 6.000 millones de dólares en 2012.
La Autoridad de Conducta Financiera (FCA) del Reino Unido recibirá un pago de 137 millones de libras (220 millones de dólares) mientras el resto de la multa se destinará a dos reguladores estadounidenses y a la Reserva Federal.
Se trata de la segunda mayor multa impuesta por la FCA en su historia, después de los 160 millones de libras (190 millones de euros) que tuvo que pagar el banco suizo UBS en diciembre por manipular el tipo de interés interbancario Libor.
En un comunicado, Tracey McDermott, responsable de delitos financieros de la FCA, aseguró hoy que lo sucedido con el J.P. Morgan fue "extremadamente serio porque reduce la confianza en los mercados financieros del Reino Unido".
"Los principales directores fallaron a la hora de responder de forma adecuada a las señales de alarma" y la compañía, cuando supuso que "algo iba mal", "no respondió con la rapidez necesaria al tamaño y la escala de los problemas", apuntó.
Según la responsable de la FCA, "las entidades deberían aprender de las lecciones de este incidente y asegurarse de que tienen prácticas empresariales, valores y cultura para controlar los riesgos de su negocio".
La Comisión del Mercado de Valores (SEC) estadounidense había acusado al J.P. Morgan, el mayor banco de EEUU, de declaración incorrecta de los resultados financieros y ausencia de controles internos eficaces para impedir que sus agentes sobrevaloraran las inversiones para ocultar cientos de millones de dólares en pérdidas.
La fiscalía federal de EEUU ha acusado formalmente al español Javier Martín-Artajo y al francés Julien Grourt de ocultar las pérdidas de las operaciones financieras del J.P.Morgan, algunas de ellas relacionadas con el operador galo Bruno Iskil, conocido como la "ballena de Londres".
Los problemas se produjeron por las operaciones de la CIO, la unidad de JP Morgan en Londres que se dedica a minimizar los riesgos del mercado y a invertir los excesos de fondos del banco.
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