Un nuevo coleccionista, más arriesgado, se impone en el mercado del arte
El caprichoso y fluctuante mercado del arte asiste al nacimiento de una nueva generación de coleccionistas "audaces", que arriesgan más, "se guían por su propio gusto" y diversifican sus objetos de deseo, asegura David Linley, presidente de Christie's en Inglaterra.
Como responsable de esta centenaria y prestigiosa casa de subastas, Linley se refiere a las dinámicas que rigen el complejo mercado del arte como "sed por los objetos bellos" o "gusto", una cuestión que vertebrará esta tarde la conferencia de Linley en el CaixaForum, invitado por la Fundación Arte y Mecenazgo, que impulsa la Caixa y que hoy ha abordado en un encuentro con medios.
Reacio a relacionar el coleccionismo y el mundo de las subastas con cuestiones como la especulación o la "burbuja cultural", el principal responsable de esta casa inglesa argumenta que, recientemente, ha surgido una "nueva generación de coleccionistas" con un perfil "más dinámico" que antaño.
Si antes su objeto de deseo se reducía a una sola disciplina, ahora combina piezas contemporáneas con otras más antiguas y mezcla disciplinas, que van desde el arte tribal, al dibujo o las antigüedades.
Linley es él mismo un reconocido coleccionista de arte, como lo ha sido su familia durante mucho tiempo -es sobrino de Isabel II y miembro de la Casa Windsor-, y considera su colección de arte "como un viaje personal".
Respecto a los desorbitados precios que alcanzan algunas obras de arte en las mediáticas de subastas, Linley ve "difícil" fijar un techo: "A veces a mí mismo me cuesta creerme las cifras que se alcanzan, pero este es un mercado muy fluido, y confío en que los resultados sigan aumentado".
"El precio para las cosas más bonitas siempre sube, y en las subastas a veces aparecen alguna de las más bellas piezas de la historia", explica a modo de ejemplo y en referencia a una subasta celebrada este año en Nueva York, en la que tres cuadros superaron los 40 millones de dólares (30 millones de euros).
Christie's, asegura, es líder de un mercado "fuertemente competitivo" -el año pasado batió su récord de recaudación-, porque ha sabido amoldarse a los nuevos tiempos, como la creación de una plataforma "online" para participar en subastas o la incursión en mercados emergentes como China.
La casa inglesa es, de hecho, la única extranjera que ha conseguido los permisos para operar en el mercado chino y dentro de poco celebrará su primera subasta en Hong Kong. Una cita que Linley considera "tan importante, como la apertura de Christie's en Nueva York en los años 70".
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