La eurozona prevé dar silla al MEDE en los bancos recapitalizados directamente
El Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) podría tener un representante en el consejo de administración de un banco que haya sido recapitalizado directamente e "influir" en ciertas decisiones, según las directrices que prepara la eurozona, dijeron hoy a Efe fuentes comunitarias.
El Eurogrupo, que se reunirá la próxima semana en Luxemburgo, prevé terminar las orientaciones para la recapitalización directa de la banca, en las que está sobre la mesa poner un límite de entre 50.000 y 70.000 millones de euros a la cantidad disponible para este fin, aunque "el debate va hacia un tope de 60.000 millones".
La fórmula elegida para recapitalizar directamente a un banco es mediante la compra de acciones de la entidad con problemas, por lo que el fondo de rescate permanente de la eurozona tendría derecho a sentarse en el consejo de administración de dicho banco.
El argumento detrás de esa fórmula es que "es lógico que, cuando el MEDE da dinero directamente a un banco, pueda tener también alguna capacidad de intervención directa, alguna forma de influir en el modelo de funcionamiento y en las prácticas de esa entidad", señalaron las fuentes.
Aunque en las orientaciones en las que se trabaja no está definida la capacidad de actuación que tendría el MEDE, sí está claro que no entraría en la gestión diaria del negocio bancario.
La idea es que se disponga de un margen de actuación similar al que tiene actualmente la Comisión Europea (CE) en casos de ayudas estatales a bancos, por ejemplo, a la hora de limitar las remuneraciones fijas y variables que reciben los directivos.
En cuanto al límite que probablemente se fijará para la recapitalización directa, otras fuentes indicaron recientemente a Efe que éste no es "estático", dado que podrá ser elevado en función de una cláusula de revisión.
En todos los rescates llevados a cabo hasta ahora por la eurozona se han utilizado montos por debajo de este umbral, pero con la concesión de un rescate importante se podría agotar rápidamente la dotación para la recapitalización directa del MEDE.
En el caso más reciente de Chipre, de los 10.000 millones de euros de ayuda internacional, 2.500 millones irán a la reestructuración de la banca, mientras que en el de Portugal se trata de 12.000 millones y en el de Irlanda de 35.000 millones.
En el caso de Grecia la cantidad asciende a 48.000 millones y en el de España se han utilizado algo más de 41.000 millones.
Para no crear un pozo sin fondo, la eurozona ha establecido ya otras condiciones para que un Estado pueda solicitar la recapitalización directa del MEDE.
Así, los países de la eurozona tendrán que recapitalizar su banca con problemas hasta situar su ratio de capital al mínimo de solvencia antes de recurrir al fondo europeo de rescate.
El umbral de capital mínimo de solvencia para los bancos es del 4,5 %, y, si tras una prueba de resistencia quedan por debajo del porcentaje requerido, el Estado miembro (o los acreedores en su caso) tendrá que poner lo que falte antes de recurrir al MEDE.
Para llegar desde los niveles mínimos a los óptimos recomendados tras la prueba de estrés entrará en juego el MEDE con una aportación del 90 % y una coparticipación que se iría convergiendo hacia el 10 % por parte del país.
En el debate sobre la retroactividad de la recapitalización directa no se ha definido aún cómo hacerlo, dadas las reticencias de Alemania, Holanda y Finlandia, pero el debate está en poner el riesgo en el lado del país miembro para que "se lo piense dos veces si le merece la pena" cursar la solicitud, indicaron las fuentes.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.