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UE CHINA

La BDI alemana advierte de que la guerra comercial UE-China amenaza un millón empleos

Unos empleados sosteniendo un panel solar en la factoría de Yingli Green Energy Holdings en Baoding, en China. La Comisión Europea (CE) ha impuesto  un arancel temporal del 11,8 % a las importaciones de paneles solares desde China, una tasa que aumentará al 47,6 % a partir del próximo 6 de agosto si Pekín no encuentra antes una solución negociada. EFE/Archivo
Unos empleados sosteniendo un panel solar en la factoría de Yingli Green Energy Holdings en Baoding, en China. La Comisión Europea (CE) ha impuesto un arancel temporal del 11,8 % a las importaciones de paneles solares desde China, una tasa que aumentará al 47,6 % a partir del próximo 6 de agosto si Pekín no encuentra antes una solución negociada. EFE/ArchivoEFE

La Federación Alemana de la Industria (BDI) advirtió hoy de que una guerra comercial entre la Unión Europea y China, derivada de la imposición de aranceles a los paneles solares chinos, amenaza un millón de puestos de trabajo en Alemania.

"Sólo en Alemania, un millón de puestos de trabajo dependen de las exportaciones a China", apuntó el presidente de la BDI, Ulrich Grillo, en declaraciones al semanario "Focus".

De escalar el conflicto en torno los paneles, "estos puestos están amenazados", añadió, para hacer votos a favor de una solución negociada entre Bruselas y China, ya que lo contrario sería como "cortarnos nuestra propia carne".

La Comisión Europea (CE) decidió el pasado martes imponer aranceles a los paneles chinos por una media del 11,8 % para paliar los efectos de las exportaciones de esa tecnología barata.

Estos aranceles tendrán una vigencia de dos meses, tras los cuales se incrementarán, según los planes de la CE, que argumentó que con la medida se pretende salvar unos 25.000 puestos de trabajo en Europa en el sector de la energía solar.

China reaccionó a la decisión de la CE de imponer un arancel a sus paneles solares con el anuncio de que abrirá una investigación antisubsidios a las importaciones de vino de la UE.

Ello ha desatado los temores a una guerra comercial y las críticas del sector viticultor, que teme las consecuencias de tal reacción por parte del gigante asiático.

El Gobierno alemán es contrario a la medida de la CE, que el ministro de Economía, Philipp Rösler, ha calificado de grave error.

El propósito de imponer aranceles a los productos chinos planeó sobre el encuentro mantenido días atrás entre el primer ministro, Li Keqiang, y la canciller alemana, Angela Merkel, en que ambos se esforzaron por mostrar armonía, especialmente en el terreno comercial.

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