Mucho bullicio para mis oídos
España, que no ha finalizado los Mapas del Ruido, es el país más ruidoso de Europa
Otro récord de esos que sacan los colores. España ya es el país más ruidoso de Europa, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). El 70% de los españoles vive sometido a impactos acústicos superiores a los 70 decibelios, cifra poco recomendable.
"El tráfico es con gran diferencia el que afecta a un mayor número de personas, un 30% de la población. Es un número muy superior al de la industria, trenes o al tráfico aéreo, que solo afecta a un 1% de los habitantes", según el director de la Comisión de Medio Ambiente de la Asociación Española para la Calidad Acústica (Aecor), Harald Aagesen Muñoz. Le siguen el sector hostelero, camiones de basura, botellones, obras públicas, aeropuertos, discotecas y fiestas...
A pesar de eso, España sigue sin finalizar los mapas estratégicos de ruido exigidos por la Comisión Europea. Tenía de plazo hasta el 31 de diciembre de 2012 para entregar la documentación a Europa. En el aire está una posible multa por el retraso.
Según Aecor, "la crisis ha pasado factura y no hay recursos para un sector como el de la acústica, que ha sido de los más penalizados. Se está fallando al considerar que es un problema que se puede dejar y retomar en mejores momentos. Las inversiones en control y conocimiento del ruido, para que las cosas se realicen bien, son una nimiedad frente al coste de arreglar un problema en el futuro".
Los mapas del ruido son las herramientas de diagnóstico con las que obtener información sobre la contaminación acústica en un municipio. A las Administraciones les permiten tomar medidas y elaborar planes de acción para atajar o atenuar los puntos negros del ruido. Afectan a los 64 municipios de más de 100.000 habitantes (que aglutinan a 18,9 millones de personas, el 41% de la población), las carreteras de más de tres millones de vehículos al año (16.166 kilómetros), las vías de ferrocarril con más de 30.000 trenes al año y los grandes aeropuertos (13).
La ciudad de Madrid sí que tiene su mapa, aunque la segunda fase está aún en proceso de revisión. La principal fuente de ruido en Madrid es el tráfico rodado, aunque es el ruido asociado al ocio nocturno el que genera el mayor número de denuncias. No obstante, este ruido -el botellón o grupos de personas fumando fuera de los bares- no se contemplará en los mapas de ruido.
El sector de la edificación no está obligado a indicar el ruido que afecta a las viviendas en venta o alquiler, pero al ciudadano estos mapas le brindan información sobre la cantidad de ruido que hay en un barrio.
El ruido es una de esas cosas por las que uno puede llegar a arrepentirse de haber comprado una casa. Así que mejor intentar cerciorarse. "Un mapa de ruido, de libre acceso y consulta para el ciudadano, le proporcionará información sobre el nivel de ruido de la zona donde piensa adquirir una vivienda y eso le permitirá analizar el confort acústico de su nuevo hogar", opinan en Aecor.
Según esta asociación, el 32% de los ciudadanos está sometido a un nivel de ruido ambiental superior a los 55 decibelios durante la noche y el 24% recibe un impacto sonoro que supera los 65 decibelios en el promedio de las 24 horas del día, niveles a partir de los cuales las Administraciones deberían poner en marcha medidas correctivas.
Lo que es más difícil de predecir son los gritos del vecino de arriba, su manía por mover muebles, por andar con calzado de calle, sus gritos, el gusto por tocar un instrumento... Hay veces que se escucha cuando se ducha o tira de la cadena. Puede que las bajantes tampoco estén insonorizadas. O que la promotora no aislara de forma adecuada la sala de máquinas.
"Las patologías más usuales son los ruidos de instalaciones ocasionadas por el mal aislamiento de bajantes, salas de maquinaria y ascensores; los ruidos de impactos (pisadas arrastres de muebles) procedentes del vecino de arriba; y el ruido aéreo procedente del vecino de al lado por la televisión, conversaciones, etcétera", explica José Ángel Gamallo, jefe del área de aislamiento acústico de la firma Danosa.
"El ruido que afecta a los vecinos está ocasionado en muchos casos por el mal aislamiento del parque de viviendas existente, la gran mayoría construidas en la década de los cincuenta y los sesenta. Un buen aislamiento de las viviendas no solo contribuirá a mejorar su calidad acústica, sino que afectará al mejor comportamiento energético del inmueble", señalan en Aecor.
El único remedio es insonorizar. En obra nueva se da por supuesto que se cumple con las exigencias normativas en edificación. En vivienda ya construida la cosa es más complicada. Para insonorizar bien hay que conocer cómo se transmite el sonido (gráfico de arriba). Habrá que aislar todos estos caminos de transmisión, creando una "caja flotante" dentro de la "caja estructural". Las soluciones consisten en quitar el problema en la fuente de ruido, por ejemplo, forrando una bajante se aminora sustancialmente el ruido.
Una solución entre viviendas (abajo) puede ser colocar un trasdosado de yeso laminado directo compuesto por dos placas, una membrana acústica y productos multicapas en la cámara de aire. "Esta solución asegura la disminución del ruido de forma directa, el resultado global o efectivo dependería de las transmisiones por flanco. Su coste, solo de materiales (hay que añadir transporte, mano de obra, pintura...) sería de 45 euros por metro cuadrado", explica Gamallo. La pérdida de espacio es de 5-10 centímetros.
Ruidos en la comunidad de vecinos
El Colegio Profesional de Administradores de Fincas de Madrid ha elaborado una guía para abordar los ruidos en la comunidad de vecinos. Como primera acción recomendada a llevar acabo en cualquier situación problemática es entablar el diálogo. Si esta primera vía coloquial no funciona, aquí están algunos consejos para las situaciones más comunes:
Si los ruidos no se suspenden, la comunidad de vecinos convocada en junta podrá actuar contra el molesto vecino en base al artículo 2.0 de la Ley de Propiedad Horizontal una vez que ni el diálogo ni la intervención del presidente de la Comunidad han sido efectivos. Con esta ley, se le prohíbe al inquilino realizar actividades molestas emprendiendo las acciones judiciales que sean necesarias.
También se tomarán, si se precisa, medidas de control sobre los niveles de ruido con un sonómetro a través de una empresa acreditada para controlar los niveles de ruido. Si se incumple lo anterior, en última instancia, el incómodo residente puede llegar incluso a ser privado de usar la vivienda por un periodo no superior a tres años y ha pagar una indemnización por daños y prejuicios.
En materia de otros ruidos provocados por la antigüedad o mal estado del edificio, la Ley de Propiedad Horizontal responsabiliza a la comunidad de que las inmediaciones estén en “condiciones de habitabilidad”. Además, la Ley de Suelo aboga porque el ciudadano disfrute de una “vivienda digna”, con un domicilio libre de ruido y otras inmisiones contaminantes (concentración de contaminantes a nivel de suelo).
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