"Todo lo que aquí se recaude es para el pueblo"

"Todo lo que aquí se recaude es para el pueblo", reza un gran panel en la carretera flanqueada por palmeras que conduce a uno de los balnearios turísticos más bellos y visitados del mundo.

Se trata de Varadero, a 138 kilómetros al este de La Habana, que recibe al 44 por ciento de los turistas que viajan a la isla socialista.

En esta península de playas de arena blanca y mar turquesa, con fondos marinos de una gran variedad de flora y fauna y cuidada gastronomía, todo son facilidades para el turista en decenas de hoteles de lujo, cuya propiedad es estatal pero gestionados en una modalidad de empresas mixtas por grupos internacionales, la gran mayoría españoles.

En 2012, 2,8 millones de extranjeros visitaron Cuba, un 4,5 más que en 2011 y se espera superar este año los 3 millones, según fuentes oficiales.

Los ingresos por la actividad turística son vitales para la isla, y potenciar el sector es objetivo nacional, lo que también ha abierto vías a la iniciativa privada y a la flexibilización de concesión de visados.

Cuba quiere diversificar su oferta turística y sus mercados "de acuerdo con los tiempos que estamos viviendo", en palabras del ministro de Turismo, Manuel Marrero, durante la 33 Feria Internacional de Turismo (FITCuba 2013), que se celebra esta semana en Varadero.

En el evento internacional, responsables cubanos del sector desarrollaron una intensa actividad para promocionar sus diez sitios declarados por la Unesco Patrimonio de la Humanidad, entre los que figura La Habana Vieja, el Valle de Viñales o las Mil Cumbres en la provincia de Pinar del Río con valiosos recursos naturales.

En el corazón del centro histórico de La Habana es visible un importante proceso de restauración de sus plazas y edificios emblemáticos, incluidos bares míticos en el cine o la literatura.

El recuerdo del premio Nobel de Literatura Ernest Hemingway perdura en el ahora restaurado hotel "Ambos Mundos", donde durante los años 30 escribió algunas de sus más célebres novelas y desde el que caminaba a los cercanos bares "La Bodeguita de Enmedio" y el "Floridita".

También el que fue en los años 20 uno de los más populares bares de La Habana, el "Sloppy Joe's Bar", recrea renovado la decoración y el ambiente de la época, incluido el menú que lo caracterizó: sándwiches, ropa vieja con salsa de tomate y cócteles.

En paralelo, algunos "paladares" en manos privadas, como "La Guarida", donde se rodaron escenas de la exitosa película "Fresa y Chocolate", están de moda y, en este caso, sorprenden al turista por estar en un antiguo edificio sin restaurar que guarda el aspecto decadente de principios del siglo XX.

En esta Cuba de contrastes, cuando se pregunta a un ciudadano por el recuerdo del líder de la revolución cubana Fidel Castro, ya siete años alejado del poder, sonríe: "Fidel está siempre presente, como un sol que nos alumbra".

Y en cada esquina, la música y el baile están también muy presentes, a pesar de las visibles dificultades que atraviesa la economía socialista cubana desde hace décadas.

Pilar Valero