La CE propone ampliar el tope de ayudas públicas para los filmes coproducidos
La Comisión Europea propuso hoy reforzar la normativa de las ayudas públicas para el sector audiovisual con medidas que amplían los destinatarios de las subvenciones y que en el caso de las coproducciones elevan hasta el 60 % la parte máxima del presupuesto de que podrá financiarse con fondos públicos.
Estas normativas aclaran también los criterios territoriales que las administraciones públicas pueden aplicar a las producciones a cambio de otorgarles ayudas, de modo que se busca garantizar que no se discrimine a bienes y servicios de otros países o regiones.
El nuevo régimen de ayudas públicas al cine contempla que los entes públicos que subvencionen una producción cinematográfica pueden exigir que hasta un 160 % del importe de las ayudas se gasten en el territorio en cuestión, según la última versión de la comunicación de la CE, hecha pública hoy.
También será posible calcular el importe de ayuda como porcentaje de los gastos de producción cinematográfica en forma de incentivos fiscales.
En cualquier caso, los Estados miembros podrán financiar un máximo del 50 % del presupuesto total de las obras, condición que ya estaba en vigor desde 2001.
Las autoridades públicas que subvencionen obras audiovisuales podrán exigir que una parte mínima de los gastos de producción -el 80 %- tengan lugar en su territorio como condición para recibir las ayuda, condición conocida como "vínculo territorial".
La principal novedad del nuevo régimen es el tope del 60 % para coproducciones entre varios países europeos, que antes también se regían por el antes citado techo del 50 %, un cambio con el que Bruselas busca incentivar las obras transfronterizas.
Estos límites no se aplican a las obras audiovisuales "difíciles", es decir cortometrajes, las películas que sean la primera o la segunda obra de un director, los filmes de bajo presupuesto o aquellos proyectos que por otros motivos encontrarían dificultades para introducirse en el mercado.
La CE afirma que prácticamente ningún Estado miembro impone requisitos de territorialización de los gastos hasta el máximo del 80 % del presupuesto total de producción que permite la comunicación de 2001 y que varios no imponen ninguna exigencia en este sentido.
Solo unos cuantos Estados obligan a los productores a recurrir a subcontratistas y proveedores de bienes y servicios locales, pero la CE considera que eso "constituye una discriminación de los servicios prestados por empresas no residentes y parece ir mucho más allá de lo que requiere la promoción de la diversidad y los objetivos culturales, particularmente cuando se trata de servicios técnicos".
Fuentes comunitarias han explicado a Efe que la propuesta pretende aclarar este aspecto porque en el pasado ha ocurrido y si bien no afecta a la industria española, este endurecimiento va dirigido especialmente a "Francia y Alemania".
El nuevo sistema contempla una proporcionalidad entre el volumen de las ayudas públicas concedidas y la exigencias territoriales.
Según el régimen anterior, si una administración concedía un euro a la producción de una película, podía exigir que hasta el 80 % del presupuesto de la obra se gastara dentro del territorio en cuestión, explicaron fuentes comunitarias, algo que ya no será posible bajo la nueva normativa.
Otra novedad destacada es la posibilidad de que las ayudas se apliquen en cualquier fase de la producción de las obras, desde la escritura del guión o concepción del proyecto hasta su distribución en las salas y su promoción en eventos como los festivales de cine.
En la misma línea, se contemplan ayudas "a las salas de cine que promuevan fines culturales", según fuentes comunitarias.
El objetivo es proteger y promover la diversidad cultural de Europa a través de obras audiovisuales, al tiempo que se garantiza que las obras llegan al público.
Por último, la propuesta de la Comisión contempla que los países concedan subvenciones a "proyectos transmedia", también denominados como obras narrativas "multiplataforma" o narrativa con cruce de medios digitales como los videojuegos.
Estos proyectos "que van más allá del concepto tradicional de producciones cinematográficas y televisivas" podrán contar con ayudas siempre que se demuestre su "inevitable vinculación" a la producción de la película.
La Comisión especifica que no deben confundirse con este tipo de proyectos las "franquicias de medios multiplataforma", por ejemplo las adaptaciones de películas a videojuegos.
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