El Gobierno revisará hoy las previsiones económicas y la meta de déficit

El Gobierno modificará hoy sus previsiones macroeconómicas, que podrían incorporar una caída de la economía de hasta el 1,5 % en 2013 y una tasa de paro que no bajará del 25 % en varios años, un escenario más pesimista que obligará a adecuar también el objetivo de déficit y las medidas para lograrlo.

Los cambios se incluirán en el Programa de Estabilidad 2013-2016 y en el Plan Nacional de Reformas que el Ejecutivo remitirá a Bruselas y que serán la base para que la UE dé el visto bueno a la previsible flexibilización de las metas de déficit para España.

Ambos documentos constituyen las dos patas de la estrategia económica del Gobierno: consolidación fiscal para reequilibrar las cuentas públicas y reformas estructurales para corregir los desequilibrios acumulados por la economía.

La parte fiscal y macroeconómica estará recogida en el Programa de Estabilidad, que incluirá un diagnóstico de la economía "más prudente y conservador" para este año, como lo ha definido el ministro de Economía, Luis de Guindos, con una caída del PIB que podría triplicar la inicialmente prevista (0,5 %).

No obstante, el Ejecutivo está convencido de que la situación comenzará a mejorar a final de año, con lo que previsiblemente mantendrá la previsión de que la economía vuelva a crecer en 2014, aunque menos de lo calculado en un principio.

También mantiene que en el último trimestre del año podría comenzar a crearse empleo neto, aunque no será suficiente como para que la tasa de paro baje del 26 % en 2013, sobre todo después de que en el primer trimestre haya alcanzado el 27,1 %.

En un contexto más recesivo de lo inicialmente proyectado sería difícil lograr reducir el déficit al 4,5 % del PIB comprometido para este año sin acometer importantes ajustes adicionales tanto por el lado del gasto como por el de los ingresos, algo que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha descartado.

Las medidas para la consolidación presupuestaria estarán recogidas en el Plan Nacional de Reformas, que también incluirá los cambios para avanzar en la modernización, sostenibilidad y competitividad de la economía privada y del sector público.

Según ha avanzado Rajoy, es probable que haya algún recorte adicional a los previstos en los presupuestos de 2013, pero no tan duros como los del año pasado, cuando al margen de los presupuestos se decidió un ajuste de 10.000 millones en la sanidad y la educación, la subida del IVA y la supresión de la paga extra de diciembre a los empleados públicos.

Con esta situación el objetivo de déficit para este año podría fijarse en el 6 % del PIB -contando con que los socios europeos den su aprobación-, lo que obligaría a reducirlo un punto porcentual respecto al 7 % de 2012.

Además, el Gobierno ha negado subidas adicionales de los principales impuestos (IRPF e IVA) o más recortes de la prestación por desempleo, aunque se esperan cambios ya conocidos como la reformulación del impuesto de circulación para penalizar a los vehículos que más contaminen o los estímulos fiscales a la actividad emprendedora.

La ley de emprendedores es una de las medidas que incluía el Plan de Reformas del año pasado y que todavía está pendiente, aunque el Gobierno ultima la futura norma que incluirá, entre otras cosas, el cambio en el sistema de pago del IVA, que desde 2014 se hará con criterio de caja (se paga a Hacienda una vez cobrada la factura).

Asimismo, regulará la conocida como "segunda oportunidad" con la limitación de la responsabilidad patrimonial del autónomo y el uso de la vía extrajudicial como alternativa al concurso de acreedores, además de incentivos a la innovación que permitirán recuperar el gasto realizado en I+D+i y deducciones en el IRPF y el impuesto de Sociedades al invertir en nuevos proyectos o reinvertir los beneficios.

Tampoco se espera una vuelta de tuerca a la reforma laboral, como pide la Comisión Europea, pero sí una reforma de las pensiones para incluir el conocido como "factor de sostenibilidad", que permitirá adaptar diferentes parámetros del sistema -como edad de jubilación o periodo de cotización necesario para cobrar el 100 % de la pensión- de acuerdo con los cambios en la esperanza de vida.

El Gobierno ya trabaja en esta reforma, para la que ha pedido la opinión a un grupo de "sabios", aunque ya ha lanzado posibles propuestas a los grupos políticos, como eliminar la subida automática de las pensiones conforme a la inflación y ligarla a los ingresos de la Seguridad Social.