Hollande dice que la falta de medidas de reactivación en Europa ha llevado a la recesión
El presidente francés, François Hollande, dijo hoy que las políticas de ajuste en Europa, aunque han permitido volver a los mercados a los países más débiles, han conducido a la recesión, al no haber ido acompañadas de otras medidas de reactivación económica en los Estados con excedentes.
"Los países que tienen excedente en la balanza comercial o que han restablecido sus cuentas públicas deben apoyar la demanda para permitir precisamente a los que están en una situación más difícil tener un soporte de la actividad", subrayó Hollande en un discurso en el que, sin citar a Alemania, hizo constantes alusiones a sus diferencias en política europea.
Explicó que lo que se vive en Europa es "la prolongación de la depresión a través de la continuación de políticas de austeridad en los países que, precisamente, se veían como los más vulnerables", antes de hablar de Grecia, Irlanda, Portugal, España e Italia.
"Esas políticas han permitido a esos países (...) recuperar el acceso a los mercados", pero, "al no estar compensadas con políticas de relanzamiento en los países excedentarios en términos de balanza por cuenta corriente, han provocado una ralentización de la economía europea e incluso una recesión", argumentó.
Durante su intervención en el Foro Nuevo Mundo que se celebra hoy y mañana en la sede de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) de París, el socialista Hollande precisó que la recesión en la zona euro no es a causa de la moneda única, sino que "la crisis continúa porque hay una insuficiencia de Europa".
"Ningún país saldrá solo. Incluso el que parece más protegido por su alto nivel de competitividad acaba por ser alcanzado por la depresión", advirtió en referencia apenas velada a Alemania.
Constató que, aunque se tardara "demasiado tiempo" en tratar los casos de Grecia, Chipre o España, ahora hay certidumbre de que "se ha preservado la zona euro", lo que constituía "una condición indispensable para recobrar la confianza".
También mostró su satisfacción por lo conseguido para "reintroducir la estabilidad financiera" con la creación de la unión bancaria, algo en lo que Francia hizo "valer todo su peso", y puntualizó: "Pero al mismo tiempo quiero también subrayar que (Europa) no ha hecho lo suficiente en términos de crecimiento" y "debe hacer más".
Hollande cargó contra los que -sin ponerles nombre- "querrían hacernos creer que la solución sería reducir todavía más el déficit" con el riesgo de que "se prolongara la recesión", con todo su corolario: "el paro, la desesperanza de los pueblos y el aumento de cierto número de populismos".
Frente a ello, propuso "la seriedad presupuestaria indispensable, la competitividad que tenemos que restablecer, el crecimiento que tenemos que buscar y que pasa por una reorientación de las prioridades de Europa".
A juicio del jefe del Estado francés, "Europa está huérfana de la política" y "no se relanzará más que por la política".
Más allá del ámbito europeo, previno de que "no se doblegará la voluntad de Francia" de "controlar la locura financiera y luchar contra los paraísos fiscales", cuestiones que llevará al G8 en junio y al G20 en septiembre.
Su objetivo es que el "intercambio automático de información" entre las administraciones fiscales sea "la regla en el mundo entero", en línea con lo suscrito por cinco países europeos en la reunión de ministros de Finanzas comunitarios (Ecofin) de Dublín de la semana pasada.
Asimismo, habló de "la lucha contra el blanqueo, contra el fraude, contra lo que desorganiza la economía real y perturba, con razón, a la opinión pública. Y eso es una exigencia a corto plazo".
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