Goirigolzarri aboga por iniciar en 2014 o 2015 la privatización de Bankia
El presidente de la entidad reconoce que la salida a Bolsa fue un error "vistos los resultados" Afirma que la decisión de Bruselas de reducir el valor de las acciones a 0,01 es "previsible" Advierte de que España tiene un nivel “no tolerable” de corrupción
El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha abogado este martes por iniciar la privatización de la entidad nacionalizada entre 2014 y 2015, aunque ello suponga venderla “trozo a trozo”. Además, ha insistido en que van a devolver las ayudas del Estado, para lo que confía en una doble vía: o a través del pago de dividendos, ya que espera lograr instaurar la remuneración al accionista en 2014, o con ventas en Bolsa.
“No hay un acuerdo definitivo, pero a mí me gustaría iniciar en 2014-2015 el proceso de privatización por trozos, primero a inversores institucionales y luego a los minoristas”, ha declarado Goirigolzarri en un desayuno informativo organizado por Europa Press. En cualquier caso, ha añadido, será el accionista —el Estado— quien “tendrá que ver exactamente cuál es su estrategia” para recuperar el dinero.
Goirigolzarri, que ha sido recibido en el hotel madrileño donde se celebró el acto por un nutrido grupo de afectados por las preferentes que protestaban al grito de “¿dónde está mi dinero?”, ha dicho que comprende “perfectamente” que “muchos estén decepcionados”. “Uno de nuestros objetivos ha sido buscar buenas condiciones para las preferentes; en ningún tema como este he sido tan pesado con Bruselas”, ha asegurado a los asistentes. “Nos gustó que Europa aportara capital, pero no nos gustó que nos limitara el precio de conversión de preferentes y deuda subordinada. Ahora bien, si no nos hubieran dado capital, las preferentes valdrían cero”, ha añadido.
También mirando a Bruselas, que en breve anunciará el ajuste del valor de las acciones de Bankia hasta un céntimo, Goirigolzarri ha reconocido que la depreciación “era la esperada”. “No depende de nosotros”, ha declarado antes de reconocer que, “vistos los resultados”, queda claro que la salida a Bolsa fue un error,“claro que sí”, ha respondido.
En cuanto al pasado, ha asegurado que los actuales responsables de Bankia “están analizando todas las operaciones no ortodoxas y metiéndolas en un circuito de análisis donde, con asesores externos, decidimos si hay que archivarlas, enviarlas al juzgado o a la fiscalía”. Aquellas que presenten “una posición atípica en tema regulatorio”, esto es, que no cumplan con la normativa, acabarán en el Banco de España o en la CNMV, ha garantizado.
Además, ahora que la UE debate sobre la imposición de límites a los sueldos de los banqueros, el sucesor de Rodrigo Rato al frente de Bankia ha dicho que su sueldo cuenta con una retribución fija de 500.000 euros y una variable de hasta el 50% de esta cantidad. No obstante, ha matizado, que ha rechazado este bonus para 2012 y 2013, dos años en los que el conjunto de la plantilla se ha quedado también sin la paga variable. Respecto a la posible integración con Catalunya Banc, cuyo concurso se ha parado ante la falta de ofertas competitivas, ha dicho que él no mantiene ahora ninguna negociación al respecto, pero ha admitido que es un asunto que le compete al accionista (al Estado).
Abriendo el foco y sobre la situación de España, Goirigolzarri ha advertido de que tiene un nivel “no tolerable” de corrupción. “No lo pienso por los efectos que produce a corto plazo en la prima de riesgo, si no como problema desde el punto de vista estructural”, ha añadido antes de abogar por “enfrentar a este problema a todos los niveles y en todos los campos. Nos hemos constituido en un Estado de derecho, por lo tanto deberíamos cambiar las leyes. Una vez que se haya hecho esta reforma se deberían aplicar el máximo rigor", ha sentencia con una rotundidad inequívoca.
En cuanto a la reforma financiera, Goirigolzarri ha comentado que aunque las medidas aprobadas en los últimos meses para sanear el sistema financiero español "van en la buena dirección", aún queda mucho por hacer. Ahora que el sistema financiero español "tiene los instrumentos" para reestructurarse, "y hay que ponerlos en práctica". No obstante, el presidente de Bankia se ha mostrado cauto y ha precisado que aunque él es optimista, "no está escrito que las cosas vayan a salir bien".
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