Francia critica el uso de nuevo de harinas animales para alimentar al pescado

El Gobierno francés criticó hoy la autorización de las harinas animales para alimentar el pescado, tras doce años de prohibición, en un momento en que la cuestión de la seguridad alimentaria y la confianza del consumidor vuelve a la actualidad por el escándalo de la carne de caballo.

El ministro delegado responsable de cuestiones agroalimentarias, Guillaume Garrot, consideró que la normativa aplicable desde el 1 de junio sobre las harinas cárnicas "cae en mal momento", en una entrevista a la emisora de radio "France Info" centrada en el fraude de la carne de caballo presentada como vacuno en platos preparados de diferentes marcas distribuidas por varios países europeos.

Garrot también recordó que Francia se había pronunciado contra la posibilidad de que se vuelva a dar al pescado pienso elaborado a partir de restos cárnicos, proscritos durante doce años por la crisis de las "vacas locas".

Señaló que el Ejecutivo va a reunir a los industriales franceses del sector de la pesca para examinar cómo se aplica la nueva normativa, e hizo notar que "no es obligatorio" utilizar esas harinas en la alimentación del pescado.

La Comisión Europea justificó la autorización de esos piensos porque "la situación epidemiológica actual demuestra que la UE se encuentra en la fase final" de erradicación en el ganado de las Encefalopatías Espongiformes Transmisibles (EET) -grupo al que pertenece la enfermedad de las "vacas locas"-.

Además, hizo hincapié en que los estudios científicos más recientes muestran que el riesgo de transmisión de las EET entre animales no rumiantes es "insignificante", siempre y cuando se evite el canibalismo entre especies.

Los fabricantes de alimentos para peces podrán emplear proteínas de cerdo o pollo, pero no de rumiantes (oveja, cabra o vaca).