Los peritos admiten que Mangouras hizo "lo que podía hacer" para salvar el barco
Los peritos Francisco Joaquín Montero y Fernando Cayuelo han criticado inicialmente la decisión del capitán del "Prestige", Apostolos Mangouras, de lastrar el barco aunque el último de ellos ha reconocido finalmente que hizo "lo que podía hacer" para salvar la nave.
Los dos peritos han declarado hoy ante el tribunal que juzga los daños medioambientales causados por el petrolero "Prestige" tras su hundimiento frente a las costas gallegas en noviembre de 2002.
"El capitán hizo todo lo que él creía que tenía que hacer para salvar el barco. Decir a posteriori es muy fácil", ha concedido Cayuelo en respuesta a las preguntas del abogado de Mangouras, quien había puesto en duda la "objetividad" de los peritos, contratados por el Gobierno de Euskadi, y los datos incluidos en su informe.
En su declaración, junto a Montero, Cayuelo ha criticado la decisión de Mangouras de lastrar el petrolero, que finalmente se hundió frente a las costas gallegas en noviembre de 2002, al entender que situaba el barco en una "situación peligrosa".
Ambos peritos han señalado que el "principio básico" dice que "siempre es preferible deslastrar que cargar" especialmente en una situación de "sobrecalado" como la que tenía el "Prestige".
"Es sumamente riesgoso meter más carga", ha declarado Francisco Joaquín Moreno, capitán de Marina Mercante y profesor de la Universidad de Cádiz, quien ha subrayado que el capitán pudo haber buscado otras alternativas para trasvasar la carga internamente.
El perito ha recordado que en el caso del "Erika", el petrolero que en diciembre de 1999 se hundió frente a las costas de Bretaña causando una catástrofe ecológica, las autoridades francesas concluyeron que el lastrado del barco fue "clave" para el hundimiento del barco.
Esta postura contradice la decisión del capitán del "Prestige", quien durante su declaración en el juicio aseguró que el lastrado del barco se hizo para "reequilibrar" el barco y "recuperar" la escora.
No obstante, los peritos han reconocido que su informe es fundamentalmente teórico y la situación real del barco sólo la conocía el capitán.
"Tomó la decisión que consideró más correcta", ha subrayado Cayuelo en su condición de experto y "capitán de la marina mercante".
En su informe, los peritos aluden, además, a los daños previos que podía tener la estructura del "Prestige" después de haber sido utilizado como barco pontón -amarrado en puerto y utilizado como almacén- y, aunque no entran a evaluar la influencia del temporal que azotó las costas gallegas durante el hundimiento del Prestige, apuntan a que en "una zona abrigada" el petrolero habría sufrido "mucho menos".
En su conclusión, ambos peritos han señalado que la información que llegó a las autoridades apuntaba a que el barco se encontraba en una situación "delicada".
Con la declaración de Montero y Cayuelo ha arrancado la presentación de pruebas periciales después de que la pasada semana concluyera las declaraciones de los testigos llamados por algunas de las partes personadas para acreditar los daños por las responsabilidades civiles que se reclaman.
Entre las pruebas que quedan por analizar destaca la referida al estado de conservación del buque.
La plataforma ciudadana "Nunca Máis", personada como acusación particular, interesó la nulidad de esta prueba y argumentó que había sido realizada por el ingeniero naval Santiago Martín Criado, ya fallecido, que estaba en el gabinete de crisis gubernamental que se constituyó tras el accidente y que dio por buena la decisión de alejar el barco de la costa.
El Ministerio Fiscal reclama por la 'marea negra' provocada por el hundimiento del 'Prestige' indemnizaciones por los daños causados que suman 4.442 millones de euros.
Están acusados en este proceso el capitán del barco, el griego Apostolos Mangouras, de 76 años, para el que se piden 12 años de prisión por atentado contra el medio ambiente, daños y desobediencia, los mismos delitos que se les imputan a otros dos miembros de la tripulación, Ireneo Maloto, primer oficial, de nacionalidad filipina y que actualmente se encuentra en paradero desconocido, y Nikolaos Argyropoulos, jefe de máquinas.
Si en algún momento Maloto fuese localizado, sería juzgado de manera independiente al resto de los imputados.
En el banquillo de los acusados también se sienta José Luis López-Sors, exdirector general de la Marina Mercante cuando Francisco Álvarez-Cascos dirigía el Ministerio de Fomento, que está acusado de imprudencia grave por el rumbo errático que siguió la nave durante seis días y que extendió el vertido de fuel desde Galicia hasta las costas francesas.
Asimismo, están imputados como responsables civiles directos la aseguradora The London Steam-Ship Owners Mutual Insurance Association Limited y el Fondo Internacional de Indemnización de Daños debido a la contaminación por hidrocarburos, y como responsables civiles subsidiarios, las navieras Mare Shipping Inc y Universe Maritime Ltd, y el Estado español.
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