Portugal confía en que la UE conceda más tiempo al país para pagar su rescate
El Gobierno portugués confía en que la Unión Europea (UE) acepte su petición de contar con más tiempo para devolver el préstamo de su rescate financiero, dado el compromiso mostrado por Portugal para cumplir sus acuerdos.
Fuentes del Ministerio de Finanzas confirmaron hoy a EFE que esta petición ya ha sido cursada y que se encuentra en fase de estudio, aunque declinaron precisar cuánto tiempo podría alargarse el vencimiento de los préstamos.
La petición supone un cambio en la política seguida hasta el momento por el Ejecutivo, de signo conservador, que defendió a ultranza que no solicitaría "ni más tiempo ni más dinero" a la troika, formada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional.
En declaraciones en Bruselas tras la reunión del Eurogrupo del lunes y divulgadas hoy por medios portugueses, el ministro de Finanzas, Vítor Gaspar, aseguró que existen "expectativas fundadas" de que Portugal recibirá el apoyo de sus socios europeos.
Gaspar explicó que el país afronta "una concentración de pagos muy importante en 2014, 2015 y 2016", por lo que espera que la UE colabore para "diluir y diferir esos compromisos a lo largo del tiempo", lo que le permitiría gestionar con mayor tranquilidad sus futuras emisiones de deuda.
En este sentido, el titular de Finanzas recordó que sus socios comunitarios acordaron ya en 2011 facilitar el regreso de Irlanda y Portugal a los mercados siempre que cumpliesen con los severos programas de ajuste acordados con la troika.
Gaspar insistió en que Portugal está "preparado" para volver a emitir deuda a largo plazo -algo que no hace desde abril de 2011, cuando solicitó el rescate- en un plazo de tiempo "muy corto", cuya duración exacta dependerá de las condiciones del mercado.
La ayuda internacional a Portugal se cristalizó en un préstamo de 78.000 millones de euros -cantidad que se incrementará hasta unos 82.000 millones de euros debido a cuestiones técnicas relacionadas con los tipos de cambio-, que el país debe devolver con unos intereses de entre el 3 y el 4 % anual.
La petición de rescate del entonces Gobierno socialista se produjo precisamente por el continuo aumento de la rentabilidad exigida por los inversores para comprar deuda lusa a largo plazo hasta encarecerla por encima de los límites sostenibles, sobrepasando incluso la barrera del 7 %.
Las autoridades acordaron entonces con la troika un severo programa de ajustes y reformas aplicado prácticamente a rajatabla por el actual Ejecutivo conservador, elegido en las urnas apenas un mes después de firmarse este rescate.
El alivio financiero que supuso esta ayuda no ha evitado sin embargo una profunda recesión económica en el país, que acumula una caída de casi el 6 % del PIB en los últimos tres años (2010, 2011 y 2012) y cuya tasa de paro alcanza niveles récord, superiores al 16 %.
Estas dificultades, sumadas a las estrictas medidas de austeridad, han generado una desilusión palpable en el seno de la sociedad lusa, acompañada de fuertes críticas de toda la oposición, incluida la del Partido Socialista (PS), que formó parte de las negociaciones con la troika.
Desde el PS, su secretario nacional, Eurico Dias, calificó hoy de "positiva" la solicitud de alargar el vencimiento de los préstamos elevada por el Gobierno a la UE, aunque lamentó que no se produjera antes.
En declaraciones a los medios, Dias afirmó que además de poder disponer de más tiempo para devolver el préstamo de su rescate, Portugal podría beneficiarse además de "dos o tres puntos que fueron concedidos a Grecia" con anterioridad para facilitar su salida de la crisis y evitar la bancarrota del país heleno.
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