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CELAC UE A. LATINA

Una América unida y en crecimiento espera encontrar una UE más flexible

América Latina y el Caribe acuden por primera vez con una sola voz a una reunión con el bloque europeo tras la constitución de la Celac en diciembre de 2011 en Caracas. EFE/Archivo
América Latina y el Caribe acuden por primera vez con una sola voz a una reunión con el bloque europeo tras la constitución de la Celac en diciembre de 2011 en Caracas. EFE/ArchivoEFE

Una América Latina, que se presenta unida, con un crecimiento sostenido y un panorama general de optimismo, ve la crisis del Viejo Continente como una baza a su favor en la cumbre que junto a los países del Caribe celebrará esta semana con la UE.

La capital chilena reunirá el 26 y el 27 de enero a gobernantes de los 33 países que conforman la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y de los 27 de la Unión Europea (UE), además de los responsables del Consejo y la Comisión Europea, dirigida a promover las inversiones sociales y medioambientales.

Los latinoamericanos y caribeños hablarán con "una sola voz" en Santiago, diecinueve años después de que el entonces presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, se lo pidiera a los socios del Mercosur como medio de posibilitar un acuerdo entre bloques.

Desde aquel mensaje que Delors lanzó en Montevideo en 1994, los países de América Latina han logrado establecer con la UE una serie de acuerdos de asociación por bloques o a título individual que van más allá de lo comercial.

Paradójicamente el Mercosur, con el que la UE inició su acercamiento a América Latina a inicios de los años 90, es la única de las organizaciones subrregionales latinoamericanas que no ha logrado concretar un acuerdo con los europeos, fundamentalmente por las discrepancias acerca de los subsidios agrarios.

Sin embargo, ambas partes han señalado su esperanza de que en Santiago se logre sacar del atolladero a las negociaciones.

El presidente uruguayo, José Mujica, considera que la crisis en Europa puede dar ventaja al Mercosur en la mesa de negociación.

"Por la situación en Europa, probablemente se presentó la paradoja de que existan condiciones para intercambiar y negociar como no las hubo en el pasado", dijo Mujica el pasado diciembre antes del comienzo de una Cumbre del Mercosur en Brasilia.

"Ahora probablemente hay un clima más favorable" para superar los obstáculos, dijo Mujica.

"La cumbre no es un sitio donde se negocien acuerdos bilaterales, pero sí que va a permitir contactos suficientes para que se puedan discutir cuáles son los puntos de bloqueo" en la negociación con Mercosur, apuntó, por su parte, el embajador europeo en Chile, Rafael Dochao Moreno.

La UE tiene acuerdos con Centroamérica, con Colombia y Perú, dos de los cuatro países de la Comunidad Andina (CAN), y con México y con Chile, en ambos casos individuales, además de una alianza con los países caribeños del Grupo ACP (África, Caribe y Pacífico).

Los cuatro países fundadores del Mercosur, Argentina, Brasil, Paraguay (suspendido desde junio de 2012) y Uruguay, Venezuela, socio de ese bloque desde julio de 2012; Bolivia y Ecuador, socios de la CAN, y Cuba están fuera de la red de acuerdos por ahora.

En este último grupo están la mayoría de los países bolivarianos (Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América), que capitanea Venezuela y que tienen discrepancias políticas con la UE, además de oponerse a los tratados de libre comercio.

Pese a estas diferencias en la relación con la UE, todos los países latinoamericanos están dentro de la CELAC, foro creado en diciembre de 2011 en Caracas, cuya presidencia cambiará de manos en Santiago de Chile a Cuba.

"Ha cambiado un poco la relación. Por primera vez, América Latina y el Caribe acuden con una sola voz" y esto hace posible "una conversación más simétrica" con los países de la UE, señaló a comienzos de enero el ministro chileno de Relaciones Exteriores, Alfredo Moreno.

Dada la difícil situación económica y social en Europa, "por primera vez, América Latina y el Caribe podrían ser parte de algunas soluciones a la crisis global", enfatizó el canciller Moreno.

El Sistema Económico y Latinoamericano (SELA) considera que para la CELAC y el fortalecimiento de posiciones comunes de América Latina y el Caribe, la Cumbre de Santiago representa "una oportunidad histórica importante".

Para el experto del SELA Carlos Quenan, "dado que Europa viene golpeada y muy preocupada por sus problemas internos" este encuentro se perfila como "una oportunidad para volver a poner en el radar" del Viejo continente "a América Latina y el Caribe".

"Que la UE advierta que, sin altruismo alguno, sin una visión (...) poco realista, idealizada de las relaciones internacionales, pues vea en América Latina un espacio, una región, que puede contribuir aunque mas no sea a contrarrestar algunos de los aspectos negativos de la crisis allá", comentó Quenan.

El tema general de la cumbre es: "Alianza para un desarrollo sustentable, promoviendo inversiones de calidad social y ambiental".

El intercambio comercial entre la UE y América Latina, según datos estadísticos europeos, sumó 202.495,9 millones de euros (269.319,5 millones de dólares) en 2011.

Además, la Unión Europea es el principal inversor en la región (613.000 millones de dólares), pero América Latina también tiene inversiones en los países de la UE (117.000 millones).

La embajadora de México en Bruselas, Sandra Fuentes-Berain, dijo a Efe que ante la crisis europea, así como ante la incertidumbre que persiste en Estados Unidos y China, corresponde a América Latina, "que ha enfrentado la crisis con mayor fortaleza, ser parte de la solución".

"América Latina no ha reducido sus índices de inversión, y cada vez vemos mayor número de empresas mexicanas y latinoamericanas aventurarse en Europa y comprar compañías en dificultades o coinvertir con empresas europeas", señaló.

Según un borrador de las conclusiones de la cumbre al que Efe tuvo acceso, los países de América Latina y el Caribe van a pedir a los de la UE que sus inversiones sean "transparentes" y protejan a los trabajadores y el medioambiente.

Las partes reconocen en el borrador que su relación estratégica "es incluso más relevante en tiempos de crisis financiera y económica y de complejidades sociales, cuando nuestros pueblos demandan formas de participación más inclusivas".

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