La OCDE alerta del "estrés hídrico severo" que amenaza a México
El aumento de la población y el cambio climático convierte el asunto en una cuestiòn "no de prioridad, sino de seguridad nacional"
México se enfrenta a un auténtico desafío en materia de gestión de agua, según un informe presentado este martes por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Según el documento Hacer posible la reforma de la gestión del agua en México, el país está amenazado por un "estrés hídrico severo", que provoca que la calidad de ríos, lagos y acuíferos disminuya y aumenten las inundaciones, sequías y huracanes.
De acuerdo con el análisis, el aumento de la población sumado a los efectos del cambio climático hace aún más grave la situación que se convierte, en palabras del secretario general del organismo, Ángel Gurría, en un asunto "no de prioridad, sino de seguridad nacional".
El informe señala que México ha cumplido relativamente con los Objetivos de Desarrollo del Milenio en términos de agua, pero tendrá que seguir haciendo avances para garantizar el servicio cuando crezca la población. Gurría subrayó que México debe dar "prioridad a la reforma del sector del agua", con una mayor coordinación entre la acción federal y las de las diferentes cuencas y con un incremento de la productividad y la rentabilidad que permita que la política hídrica y la agricultura "se refuercen mutuamente".
La OCDE destacó los "logros positivos" de México en materia de agua, como la creación de un marco institucional federal, estatal y de cuenca y de un conjunto de instrumentos económicos destinados a promover el uso racional de los recursos hídricos. Además, México triplicó entre 2000 y 2009 el presupuesto del organismo encargado de la gestión del agua CONAGUA. Sin embargo, "queda mucho por hacer", advierte la OCDE, que asegura que las medidas adoptadas no se aplican de forma igualitaria en todo el país.
"Veinte años después de su creación, las cuencas mexicanas no están todavía totalmente operativas", según la organización, que precisó que "el marco reglamentario de aprovisionamiento de agua y de saneamiento está fragmentado y no incita a administrar los servicios hídricos con eficacia". Agregó que "las subvenciones eléctricas utilizadas para bombear el agua de riego provocan un uso irracional del agua y amenazan los medios de subsistencia de los granjeros y de las comunidades locales, las primeras en sufrir cuando falta el agua".
La OCDE añadió que México dedicó nueve veces más de fondos a esas subvenciones que a la financiación de infraestructuras hidráulicas y que "este tipo de incoherencias incrementan los costes económicos, sociales y ecológicos, el despilfarro de aguas subterráneas y la polución de los acuíferos". El estudio identifica "los cuellos de botella del sector" y presenta buenas prácticas que pueden apoyar los esfuerzos del nuevo Gobierno para mejorar el manejo hídrico del país, como se estableció en el Pacto por México, firmado el 2 de diciembre. El informe invita a México "a construir su propio modelo de gobernabilidad con base en un análisis empírico. Para afrontar los retos , dicho modelo debe contemplar políticas de gestión del agua más flexibles, marcos regulatorios más estables y más sólidos, y un mayor uso de instrumentos económicos e infraestructuras verdes".
Según informa en su web el diario El Universal en la actualidad el 91,3% de la población tiene acceso a servicios de agua potable y el 89,9% a servicios de saneamiento. En 20 años México deberá proporcionar servicios a 36 millones de personas más. Los Estados que afrontarán los mayores retos son Baja California, Chiapas, México, Jalisco, Puebla y Veracruz.
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