Nissan de Barcelona pide diálogo a los sindicatos para optar por el nuevo modelo
La planta de Nissan en Barcelona quiere luchar por fabricar un turismo adjudicado inicialmente a la fábrica de Sunderland (Reino Unido), por lo que la dirección ha emplazado a los sindicatos a retomar con urgencia las negociaciones para alcanzar un acuerdo de competitividad.
La marca japonesa ha confirmado hoy que su planta de Sunderland fabricará el primer coche compacto de la marca de lujo Infinity, a partir de 2015.
Con esta adjudicación, la planta británica llega a su máxima capacidad para los próximos años, por lo que Nissan tendrá que reubicar la producción de un turismo compacto asignado previamente a esta fábrica en otro centro productivo.
En declaraciones a Efe, el consejero director general de Nissan Motor Ibérica, Frank Torres, ha explicado que el objetivo de la dirección de Barcelona es luchar para lograr la asignación de este nuevo modelo, que supondría una inversión de 130 millones de euros, y la creación de 4.000 nuevos empleos en el sector, 1.000 de ellos en Nissan y otros 3.000 en la industria auxiliar.
La fabricación de este turismo, a partir del año 2014, permitiría además a la planta catalana alcanzar una producción de 200.000 unidades anuales, aseguraría el nivel de empleo actual y permitiría crear nuevas oportunidades para los empleados temporales actuales, según ha indicado Torres.
Sin embargo, ha advertido el directivo, la planta de Nissan no es hoy en día lo suficientemente competitiva para optar a este nuevo producto, del que se fabricarían 80.000 unidades actuales y que supondría la entrada de la planta de la Zona Franca, especializada en el ensamblaje de vehículos comerciales ligeros y todoterrenos, en un nuevo segmento más competitivo, como es el de los turismos compactos.
Es por ello que Frank Torres ha hecho un llamamiento a los sindicatos para retomar el diálogo y volver a negociar un plan de competitividad que permita a Barcelona ser candidata a esta nueva oportunidad.
"No podemos dejar que este coche se produzca en cualquier otra planta que no sea la de Barcelona", ha afirmado.
Nissan y los sindicatos fracasaron ayer en su último intento de cerrar con un acuerdo las negociaciones de rebaja salarial y aumento de la flexibilidad que debían permitir optar a fabricar un nuevo modelo.
El principal obstáculo para cerrar este acuerdo es la negativa de los representantes de los trabajadores a aceptar la creación de una segunda escala salarial de por vida para los nuevos contratados, con una reducción del sueldo anual en relación a los empleados ya en plantilla de 7.000 euros, según los cálculos de los sindicatos.
Nissan propone establecer un salario de entrada para nuevos contratos de 19.000 euros, que en cinco años y medio alcanzaría los 25.500 euros.
Frank Torres ha recordado, en este sentido, que los salarios de Nissan "son los más altos del sector de la automoción en España", concretamente un 30 % superiores la media, por lo que, según la propuesta de la empresa, se situarían "en línea con los salarios del mercado".
El directivo ha pedido a los sindicatos que se muestren flexibles en esta cuestión y que hagan lo posible por trasladar a la dirección de Nissan en Japón un "mensaje claro" de que Barcelona está capacitada para adjudicarse un nuevo modelo.
Ha subrayado que no hay un calendario fijado para abordar esta cuestión, aunque es un tema "urgente" y cuanto antes puedan optar al nuevo modelo, más oportunidades tendrán.
Nissan cuenta en España con tres centros de producción en Barcelona, Ávila y Cantabria. La compañía emplea a 4.700 personas y produjo el pasado año un total de 155.000 vehículos en el país.
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