Cavaco Silva analizará con "cuidado" los presupuestos antes de sancionarlos

El presidente de Portugal, Aníbal Cavaco Silva, aseguró hoy que analizará "con el máximo cuidado" los presupuestos de 2013 -los más duros de las últimas décadas- antes de tomar una decisión sobre su promulgación.

En declaraciones a los periodistas, el jefe de Estado luso afirmó que no cederá a "ninguna presión" y recordó que el documento es "muy complejo" por los 250 apartados que contiene.

Aprobados por la mayoría absoluta de la coalición conservadora que Gobierna el país, los presupuestos lusos de 2013 contienen una sustancial subida de impuestos, recortes en los pensionistas y ahorros en la educación y la sanidad, entre otros sectores.

"Tomaré la decisión teniendo en cuenta las opiniones jurídicas en profundidad que pedí y teniendo en cuenta mi criterio para salvaguardar el superior interés nacional", agregó el presidente, sin aclarar si va a enviar el proyecto al Tribunal Constitucional (TC), como la prensa lusa informó recientemente.

El documento ha suscitado el rechazo de la oposición de izquierdas, de los sindicatos e incluso de destacados miembros del partido que lidera el Ejecutivo, el Social Demócrata (PSD), al que el propio Cavaco Silva pertenece.

El último de los llamamientos al veto presidencial de los presupuestos lo hizo el pasado fin de semana la mayor central sindical lusa, la comunista CGTP, que se manifestó frente a la residencia oficial del jefe del Estado.

Un movimiento ciudadano denominado Congreso Democrático de las Alternativas entregó hoy unas 11.000 firmas en la Asamblea de la República para pedir que no se sancionen los presupuestos.

El Gobierno luso encuadra las duras medidas del presupuesto en la necesidad de cumplir con los compromisos que asumió Portugal en el rescate financiero de 78.000 millones de euros firmado el año pasado con la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Entre las principales exigencias de ambos organismos, figura la reducción del déficit público en más de dos puntos, hasta el 5 % del PIB antes de que acabe este año, y al 4,5 % en 2013.