Áreas sueña con el cambio en las autopistas españolas
La empresa trata de diversificarse e internacionalizarse
“La gente cada vez sale menos. Cuando coge el coche intenta no pagar peajes. Cuando utiliza autopistas de pago hace menos paradas en las áreas de servicio. Y cuando para intenta gastar lo mínimo”. El presidente de Áreas, Pedro Fontana, tiene claro que la crisis está en el origen de esa concatenación de hechos y que las consecuencias se pueden ver en la evolución del negocio de la compañía que pilota, una de las más afectadas por su especialización en los servicios a viajeros.
Desde el inicio de la recesión, su facturación ha pasado de 702 millones de euros en 2007 a 649 millones el año pasado. Pero esa contracción ha sido más severa en España, donde Áreas se ha dejado 95 millones de euros en el mismo periodo, un 18% de los 523 millones de euros que facturaba el año que marcó el inicio de la crisis. No es extraño. En el mismo periodo, el tráfico en las autopistas españolas se ha desplomado un 22%, y en la red de aeropuertos de Aena, un 2,8%. “Y el mercado continuará decreciendo, porque la caída de ventas será sostenida”, señala Fontana.
Hace cinco años, España representaba el 74% del negocio, este ejercicio acabará siendo el 64%, y no es descartable que, en 10 años, Estados Unidos aporte más ingresos al grupo que el mercado español, pese a que ahora solo aporta un 15% de las ventas.
No obstante, Áreas no quiere dejar escapar “un mercado global”. La compañía competirá en el concurso por las tiendas de duty free de Aena, consciente de que ese mercado se sitúa a medio camino de lo nacional y lo internacional: las tiendas están instaladas en España, pero se nutren en gran parte de turistas.
La francesa Elior toma las riendas del grupo de servicios al viajero
Áreas sueña con reestructurar el negocio de las áreas de servicio en las autopistas. “¿Es la forma de afrontar el negocio como lo hacemos actualmente?”, se pregunta Fontana, que lamenta una importante caída de los ingresos por el hundimiento del tráfico de vehículos sin haber podido dar un paso para adaptarse y reducir el gasto. “¿Es necesario que en cada área de servicio haya un bar, un restaurante y una tienda?”, vuelve a preguntar.
Está convencido de que no, y menos ahora, con el consumo desplomado. El modelo de Áreas es el estadounidense, donde la concentración de áreas de servicio a lo largo de una autopista es muy inferior a la española. En los 700 kilómetros que van desde Orlando a Miami se explotan ocho áreas de servicio. Entre Barcelona y La Jonquera, unos 150 kilómetros de distancia, hay seis.
“El de aquí es un modelo del pasado, cuando los vehículos no eran como los actuales y las paradas eran más obligadas”, señala el presidente del grupo, que avisa de que su grupo estará atento a la posible conversión de las actuales autovías estatales en vías de peaje, en el caso de que se tengan que habilitar áreas de servicio. Pero que no lo hará a cualquier precio, a la espera de cómo evoluciona la posible conversión de las autovías españolas en carreteras de peaje. “Dependerá de cuántas áreas se quieran construir”, señala.
Pero Áreas no solo afronta cambios de negocio. Desde el pasado verano está inmersa en una pequeña revolución interna. Su principal accionista, el grupo francés Elior, anunció el pasado mes de mayo su intención de tomar las riendas de su participada, pese a reducir su peso en la compañía, que ha pasado del 70% al 62%. Por su parte, la sociedad Emesa, propiedad de Emilio Cuatrecasas, tiene más peso accionarial, pero pierde control.
Como consecuencia de esa operación accionarial, José Gabriel Martín, impulsor del crecimiento de Áreas y de su internacionalización, ha dejado de ser el primer ejecutivo. En su lugar se ha situado Fontana, que ya figuraba como presidente de la comisión ejecutiva y ahora vuelve a tomar, muchos años después, un papel directivo en una empresa.
Elior pasará a convertirse en un socio industrial y no solo financiero en Áreas, con el objetivo de que se tomen decisiones conjuntas e, incluso, se aprovechen las economías de escala, al compartir estrategias y determinados proveedores. “Elior le dará una mayor fuerza industrial a Áreas”, apunta Fontana, quien cree que no habrá nuevos cambios accionariales y descarta una posible integración que suponga la marcha de la sede de Áreas, ubicada en Barcelona, a Francia.
El acuerdo garantiza que no habrá solapamiento de mercados. Además del mercado español, Áreas se asegura el mercado americano, con Estados Unidos a la cabeza, donde prevé tener su mayor crecimiento a costa de las concesiones que vayan saliendo en los aeropuertos. El máximo exponente de esa voluntad es la última adjudicación: la restauración de la terminal 5 del aeropuerto de Chicago.
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