La producción de vino en España caerá en 2012 menos que en la UE, dice la OIV
El volumen de caldo generado en España, tercer productor del mundo por detrás de Italia y Francia, se situará en unos 31.500 millones de hectolitros, con lo que continúa la tendencia bajista iniciada en 2009 y se contará con 1.897 millones de hectolitros menos que en 2011.
Se trata de un dato que mejora el de la media de sus socios comunitarios, donde también han registrado contracciones Italia (-3 %), Francia (-19 %), Hungría (-32 %) o Bulgaria (-16 %), mientras que ha aumentado la cantidad de vino producida en Portugal (+4 %) o Grecia (+15 %), señaló en conferencia de prensa en París el director general de la OIV, Federico Castellucci.
Los datos se explican, entre otros factores, por la financiación que aporta la UE para arrancar viñas y limitar el excedente y por el cambio generacional que lleva a muchos herederos de viticultores a abandonar el negocio familiar, pero también a las malas condiciones climatológicas.
"Desde 1975 no había una vendimia tan baja", declaró a Efe Castellucci, quien recordó que en los últimos cuatro años, en la Unión Europea se han reducido 270.000 hectáreas de viñedo, que representa tres veces la superficie vitícola alemana.
El consumo de vino también ha caído en el conjunto de países que integran la OIV en los últimos años, aunque se espera que se mantenga estable en el presente ejercicio.
"Si tenemos bastante suerte, vamos a tener un consumo bastante estable. Cuando empezó la crisis económica, a partir de 2008 hubo una caída del consumo muy, muy dura. Después remontó un poquito y desde hace dos años tenemos un nivel de desarrollo pequeño pero interesante", agregó Castellucci.
En España, donde el consumo en litros por habitante se sitúa en niveles similares al de un país con tan poca tradición vitícola como Dinamarca, una de las salidas para los productores es la conquista de mercados internacionales.
En los últimos siete u ocho años "vemos que el vino viaja mucho más que antes", hasta el punto de que el 38 % de los caldos que se crean en todo el planeta no se consumen en el lugar de producción por lo que mientras que antes "la exportación era un orgullo para el productor, ahora es más una necesidad para todos", comentó Castellucci.
"España tiene una visión más exportadora que de consumo interno", señaló el director general de la OIV, quien atribuye el bajo consumo de vino en España a un desinterés por parte de la población más joven y a una falta de medios para que las bodegas puedan invertir en comunicación.
"Hemos perdido un poco la visión en los jóvenes y la posibilidad económica de comunicar el producto, que es natural y agrícola. El vino no tiene dinero ni estructuras fuertes para poder comunicar. Si se piensa en el dinero que tienen las empresas cerveceras, que tienen un poder increíble de comunicación", precisó.
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