Lorenzo Caprile: Zara ha cambiado las reglas del juego

En Valencia, donde anoche recogió el Premio Aguja Brillante del Gremio valenciano de Sastres y Modistas, ha reivindicado su profesión, la de "modista", frente a quienes insisten en hacerse llamar "diseñadores", término que considera un "insulto" a su oficio.

Caprile (Madrid, 1967) ha compartido hoy sus secretos profesionales con un grupo de futuros creadores de moda en un encuentro celebrado en el Centro de Artesanía de la Comunitat Valenciana, donde ha defendido la firma creada por el empresario gallego Amancio Ortega.

A quienes dicen que Zara "copia" los diseños de sus líneas de ropa de otros creadores, Caprile les ha contestado: "Copia tú, a ver si eres capaz de levantar un imperio así. Además, cada uno es libre de inspirarse en lo que quiera".

El modisto, especializado en la confección de trajes de novia, ha animado a los aprendices de modista a aplicarse en el modelaje y el patronaje antes que en el dibujo de las prendas: "Un diseñador que no conoce la técnica es como un cocinero que no sabe freír un huevo".

Les ha pedido también que no utilicen el término "diseñador" para referirse a su trabajo porque, según la Real Academia Española, diseñador es quien "proyecta objetos destinados a la fabricación en serie". "Nada más lejos de lo que hago yo", ha defendido.

El concepto de "diseñador" para referirse a los "modistas" -no modistos, ha puntualizado- se acuñó en España tras la muerte de Franco, según ha dicho, porque "había que darle un barniz nuevo a todo" y "a los dinosaurios que ahora desfilan en Cibeles no les gustaba la palabra modista".

Caprile también ha arremetido contra los "cibelistas" que critican que se diseñen prendas siguiendo criterios comerciales, porque a su juicio "la moda es para que la gente la compre y la use. La moda se tiene que vender".

Ha lamentado, no obstante, que la moda "prêt-à-porter" actual "revisita" una y otra vez las tendencias y estilos de décadas anteriores a los años cincuenta: "En la moda está todo inventado, es todo un corta-pega".

Sobre las falsificaciones de grandes firmas de la moda, ha recordado cómo Coco Chanel decía que se preocuparía el día que dejasen de copiarla, y ha asegurado que marcas como Louis Vuitton miden la buena acogida de sus lanzamientos por el número de bolsos vendidos en el mercado de imitaciones de Canal Street en Nueva York.

La Asamblea General del Gremio Valenciano de Artesanos de Sastres y Modistas decidió por unanimidad que el homenajeado en esta tercera edición del Premio Aguja Brillante fuera Lorenzo Caprile, quien con más de veinte años dedicados al mundo de la costura ha vestido a importantes damas de la alta sociedad española.

Antes de llegar a crear el vestido de boda de la infanta Cristina, un vestido rojo con el que la princesa Letizia se presentó ante la realeza europea y numerosos trajes de fiesta para la infanta Elena, Caprile se dio a conocer por el diseño del vestido nupcial para Carla Royo-Villanova, que introducía en España el corsé.

Desde entonces no le han faltado clientas, que no han dejado de llegar ni siquiera por la crisis y la subida del IVA -que según ha dicho ha perjudicado más a proveedores y peluqueros que colaboran con él- porque "si a la niña le gusta el vestido, lo paga".