Merkel insiste en su rechazo a una unión bancaria "precipitada"

"La calidad es prioritaria sobre la velocidad", indicó la jefa del Gobierno alemán, en una breve comparecencia tras su reunión con el primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt.

Merkel se reafirmó así en la postura de si Gobierno, que frente a los propósitos de Bruselas y algunos miembros de la UE de acelerar la unión bancaria a 2013, ha insistido reiteradamente en que no es "realista" pensar que pueda activarse antes de 2014.

"Al fin y al cabo, queremos una supervisión bancaria mejor que la que hasta ahora hemos tenido", añadió la canciller.

Merkel abundó, asimismo, en la necesidad de estrechar la cooperación entre los países de la zona euro.

Reinfeldt, por su parte, se comprometió a desempeñar "un papel constructivo" en la estructuración de esa supervisión bancaria común, aunque dejó claro que tal unión no debe ir en detrimento de "los contribuyentes suecos".

Merkel y Reinfeldt mantuvieron esa reunión de trabajo, poco antes de acudir al estadio olímpico de Berlín, donde sus respectivas selecciones de fútbol tenían previsto disputar un partido de clasificación para el Mundial de 2014 en Brasil.

La cita estaba centrada en intercambiar posturas en relación con la unión bancaria, que ambos líderes contemplan con cierto recelo y que Bruselas ve como una de las herramientas para salir de la crisis actual y evitar otras futuras.

Entre los puntos que más dudas suscitan en Berlín y Estocolmo se encuentran la fecha de puesta en marcha del supervisor común y las obligaciones recíprocas de los países miembros en un eventual fondo común de garantías bancarias.

El primer ministro de Suecia aseguró esta mañana, en una intervención pública previa a la cita con Merkel, que la unión bancaria no puede forzar transferencias de dinero público de su país para sanear las cuentas de entidades financieras privadas en otros países del bloque.

"Se ha de estar seguro, entre otras cuestiones, que el dinero de los contribuyentes suecos no va a cubrir las pérdidas de bancos en otros países", aseguró Reinfeldt.

No obstante, ambos Gobiernos parten de posiciones claramente diferentes: Berlín formará con seguridad parte de la unión bancaria y quiere moldear sus detalles, mientras que Suecia -que no pertenece a la zona del euro- continúa analizando si le conviene integrarse en este bloque.