Industria no descarta mejorar la reforma energética pero mantendrá su filosofía

Soria, que concluyó hoy en Shanghái un viaje oficial de tres días a China, declaró que "lógicamente el Gobierno siempre está abierto a que cualquier tipo de propuesta sea mejorada con las aportaciones de todos los grupos parlamentarios".

"Ahora bien", precisó, "la filosofía de este proyecto de ley está muy clara, y la filosofía no es otra que el hecho de disponer en España de un sistema energético que sea, entre otras cosas, sostenible".

Eso, señaló, no significa sólo "sostenible desde el punto de vista medioambiental, es decir que haya cada vez un mayor peso de las energías renovables dentro del 'mix' energético total, sino que sea también sostenible desde el punto de vista económico y financiero".

"Eso quiere decir que no podíamos seguir soportando por más tiempo una tasa de creación de déficit eléctrico anual de unos 5.000 a 6.000 millones de euros, porque eso se iba a ir acumulando a los 24.000 millones de euros que ya hay a diciembre del año 2011", indicó.

El ministro explicó que "el conjunto de medidas fiscales que hemos aprobado en ese proyecto de ley son medidas que tienen como finalidad el evitar que ese déficit siga reproduciéndose, el conseguir que en el año 2013 ya haya un déficit cero en el sistema eléctrico".

A eso se suma el objetivo de que para entonces "haya una distribución lo más equitativa que el Gobierno haya podido llevar a cabo entre consumidores, entre el Estado y entre las distintas empresas del sector eléctrico", concluyó.

El martes, la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (AEGE) expresó su "temor" ante la posibilidad de que un encarecimiento de la electricidad derivado de este anteproyecto de reforma energética ponga en riesgo la viabilidad económica del sector.

Las empresas asociadas a AEGE, que representan el 12 por ciento de la demanda eléctrica española, alertaron de que un encarecimiento de la energía supondrá una pérdida de competitividad e incluso "el cierre definitivo de muchas de las instalaciones de la industria básica y de sus suministradores directos".

El anteproyecto recoge diversas medidas fiscales para las tecnologías de generación de electricidad.

Los grandes consumidores temen que estas medidas "ocasionen un importante sobrecoste que sea repercutido directamente sobre el consumidor industrial", algo especialmente grave al tener en cuenta que la energía se ha encarecido un 60 por ciento desde 2008, destacaron.

Por este motivo, la asociación pidió al Gobierno que la reforma no implique un encarecimiento de la energía, ya que penalizaría a la gran industria española, y solicitó "una política industrial de Estado a largo plazo".

El anteproyecto aprobado por el Gobierno, que aún no ha sido enviado al Congreso de los Diputados, está pendiente de su debate y aprobación parlamentaria.