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ROBERT ELLIOTT, presidente del bufete Linklaters

“El mundo juzgará a los bancos”

La filial española del bufete británico ha tenido el mejor ejercicio de su historia

Miguel Ángel García Vega
El presidente mundial de Linklaters, Robert Elliott.
El presidente mundial de Linklaters, Robert Elliott.C. ÁLVAREZ

Cuentan que alguien se olvidó una nota en la sala de reuniones de uno (no diremos cuál) de los cuatro bufetes británicos que forman el llamado Magic Circle (Freshfields, Linklaters, Allen & Overy y Clifford Chance). En ella, un abogado recién contratado inquiría a otro sobre el ambiente de trabajo.

—¿Qué tal tus primeros días en el despacho? —escribió en la misiva.

—Bien, hasta los socios parecen humanos —le contestó.

Este es el entorno en el que se mueven los abogados de los grandes bufetes del mundo. Mucho trabajo, mucha responsabilidad, mucha presión… y muchos ingresos. Un socio de primer año de uno de los despachos del Magic Circle gana entre 500.000 y 600.000 euros anuales.

Con unos ingresos de 1.207 millones de libras (1.534 millones de euros) en 2012, más de 2.000 abogados y unos beneficios antes de impuestos de 520 millones de libras, Linklaters se ubica en el Olimpo del negocio. En plena recesión, su oficina española ha tenido el mejor ejercicio de su historia. Así lo narra Robert Elliott, su presidente mundial, un profesional que se ajusta a nuestra imaginería de un exitoso abogado de la City londinense: modales exquisitos, traje muy caro y perfecto inglés. Con ellos afronta preguntas espinosas, como su responsabilidad como asesores en la colocación de Bankia o el complejo año de la firma.

Pregunta. Los resultados del año fiscal que cerraron en abril han sido flojos. Los ingresos aumentaron un 0,6% y los beneficios antes de impuestos subieron solo el 1,2%. ¿Qué significa?

Respuesta. Son unos resultados bastante brillantes teniendo en cuenta que hay muchas dudas y volatilidad en los mercados. Mientras no se resuelvan los problemas de la Eurozona, tenemos un riesgo de incertidumbre que supone, por ejemplo, que los clientes no estén efectuando tantas operaciones de fusiones y adquisiciones. Ahora bien: la regulación financiera junto con algunos asuntos, escándalos e investigaciones que han surgido alrededor del sector bancario están otra vez en el centro del debate, y para nosotros es una oportunidad de negocio.

P. ¿Qué previsiones manejan para el próximo año? ¿Será tan duro como este?

R. Los próximos años serán duros, y también 2013. Pero tenemos en marcha algunas operaciones de gran calado. En el área de fusiones y adquisiciones, participamos en la mayor operación que hay ahora mismo en Europa: la integración de [la minera] Glencore y [la firma de materias primas] Xstrata. En términos globales, esperamos crecer cerca de un 8%.

P. ¿Cuáles son las líneas de negocio que tienen mayor capacidad de desarrollo en España?

R. El año pasado, la oficina de Madrid tuvo el mejor ejercicio de su historia. Sus ingresos fueron de unos 37 millones de euros y además la plantilla creció un 11% [hasta unos 90 abogados]. Obviamente, el trabajo que más desarrollamos ahora es el relacionado con fusiones y adquisiciones; es decir, inversores extranjeros que quieren venir a España. Conozco a algunos que se están trasladando de Nueva York a Londres para desde allí analizar posibles operaciones en este país. Hay private equity internacional, fondos asiáticos y estadounidenses y hedge funds muy interesados. Somos optimistas. Seguiremos creciendo en España.

P. O sea, que España no está tan mal como parece...

R. Cualquiera que analice España desde fuera verá los progresos efectuados en su reestructuración económica. Es básico que reoriente la economía, pero el país no saldrá del euro; es demasiado grande e importante dentro de la Eurozona.

P. ¿Qué planes tienen para su negocio en España?

R. Pensemos en litigios, antitrust o corporate, que no están totalmente desarrollados en España. Esperamos seguir trabajando en nuevos negocios y en otros en los que ya llevamos cierto tiempo.

P. ¿La salida a Bolsa de Bankia fue un error o un fraude?

La investigación de Bankia deberá probar si las auditorías eran correctas o no”

R. Hay una investigación sobre los antiguos consejeros y no voy a comentar nada en ese sentido. Nuestro trabajo con relación a la OPV era representar a los colocadores, y ellos se basaron, como no podía ser de otra forma, en la situación financiera de Bankia tal y como reflejaban las auditorías. La investigación tendrá que probar si esas auditorías que se hicieron eran correctas o no. Por nuestra parte, en la preparación de la oferta seguimos las prácticas habituales. Es todo lo que puedo decir sobre esta entidad. Es muy lamentable lo que ha sucedido, sobre todo por el hecho de que pequeños inversores hayan sufrido pérdidas. Se trata de un reflejo de la volatilidad de los mercados.

P. ¿Qué habría ocurrido en Inglaterra o EE UU si se hubiera dado un caso similar?

R. Ha habido una tormenta política sobre RBS [Royal Bank of Scotland]. De hecho, hay una investigación de unas 500 páginas por parte de los reguladores y fiscales en relación con la emisión y la recapitalización del banco. En el mundo anglosajón también suceden estos escándalos.

P. Pero el mundo financiero está viviendo un tiempo de escándalos continuos. Desde Bernard Madoff hasta la manipulación de los tipos de interés. ¿Sufrimos una seria carencia ética?

R. Hay un profundo problema ético en algunos de estos bancos. En inglés tenemos un término para definirlo: sort out period [periodo de redefinición]. La parte bancaria de los servicios financieros está inevitablemente obligada a refundarse, porque las cosas no pueden continuar igual. La industria lo ha asumido. Y el resto del mundo juzgará a los bancos por sus acciones.

P. Cuando la división británica de Lehman Brothers se fue a pique ustedes desempeñaron un papel importante en la reordenación de la compañía. ¿Qué lecciones podemos aprender?

La cultura de la avaricia tiene que ser erradicada”

R. Las enseñanzas nos hablan de riesgos excesivos, de avaricia y, por otro lado, de integridad en la gestión y de conocimientos de quienes dirigen las compañías. Estos dos últimos son requisitos vitales para gestionar instituciones financieras, mientras que los dos primeros se fueron por la borda en Lehman. Se asumió un riesgo excesivo y automáticamente fallaron los resultados. Pero la responsabilidad principal es de su consejo de administración, sin olvidar la importancia que tiene la supervisión por parte de los reguladores. ¿Lecciones? Los consejos tienen que gestionar las instituciones financieras de una forma prudente y de un modo en los haya políticas de remuneración alineadas con los objetivos de la corporación. Y la cultura de la avaricia tiene que ser erradicada.

P. ¿Cree que España será rescatada?

R. No. Centrarse en la recapitalización del sistema bancario, como está haciendo España, es lo correcto. Con propuestas como la mutualización de la deuda se podría restaurar la confianza, algo básico para la recuperación. Y como le he comentado, el euro se salvará, aunque a veces el avance sea dolorosamente lento.

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Sobre la firma

Miguel Ángel García Vega
Lleva unos 25 años escribiendo en EL PAÍS, actualmente para Cultura, Negocios, El País Semanal, Retina, Suplementos Especiales e Ideas. Sus textos han sido republicados por La Nación (Argentina), La Tercera (Chile) o Le Monde (Francia). Ha recibido, entre otros, los premios AECOC, Accenture, Antonio Moreno Espejo (CNMV) y Ciudad de Badajoz.

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