Jove reconoce que pagó 200 millones a Fernando Martín para evitar una demanda por la venta de Fadesa

Varios abogados con sus respectivos asesores, más de 15 medios y hasta los guardaespaldas han seguido esta mañana en A Coruña la vista por la demanda interpuesta por Martinsa contra Manuel Jove y Antonio de la Morena, anterior propietario y consejero delegado de la promotora inmobiliaria respectivamente. La compañía que ahora preside Fernando Martín reclama a Jove 1.576 millones por el supuesto daño producido en la compañía "por los supuestos datos incorrectos o incluso falsos que los anteriores administradores de Fadesa dieron a la empresa de valoración inmobiliaria Richard Ellis para conseguir una sobrevaloración de activos".

Durante la vista, celebrada en el mismo juzgado coruñés que llevó el concurso de acreedores de la promotora, Jove ha declarado que los datos sobre los activos que se proporcionaban a la valoradora "los daban las (los técnicos) de las delegaciones". Esquivo ante las primeras preguntas, Jove ha reconocido en la parte final de su testimonio que en 2007, cuando ya se había producido la venta, le llamó Fernando Martín y le dijo que "necesitaba 200 millones" para evitar una demanda. El empresario gallego ha asegurado que a partir de ese momento contrató a "un equipo de gente" tras lo que decidió comprar activos a Martinsa (cinco hoteles en Cataluña y Galicia y otros activos en suelo).

"A lo mejor hice mal", ha reconocido Jove. Martín había firmado un contrato de "no agresión", en el que reconocía que la venta se había llevado a cabo de forma correcta y con toda la información. "No quería tener lo que tenemos", ha aclarado Jove en referencia al juicio. Tanto él como De la Morena han insistido en que Fernando Martín contó con toda la información "había hecho una revisión total de la compañía". De la Morena ha negado, como afirma Martinsa, que se vendiesen activos rústicos o protegidos como suelo urbanizable y ha restado importancia al informe de Richard Ellis. "Ni comprábamos ni vendíamos por esa valoración, no era un elemento muy trascendente", ha asegurado.

Por el juzgado Mercantil número 1 de A Coruña pasarán esta semana una treintena de expertos, ex empleados y peritos para intentar aclarar si hubo o no ese daño patrimonial en la operación de venta, que se cerró a finales de 2006 por 4.045 millones de euros. Poco después Martinsa entró en concurso de acreedores protagonizando la mayor suspensión de pagos de la historia de España, de la que salió a principios de 2011.