Alemania y Francia exigen a Grecia que se aclare y le reprochan su falta de responsabilidad
Schäuble considera que sería muy útil que Atenas diga "qué camino quiere seguir". -El Ejecutivo alemán recuerda al país que "también tiene una responsabilidad" para con el resto de la UE
El Gobierno alemán ha instado hoy a Grecia a atenerse al plan de ayuda acordado por la zona euro y el FMI y evitar la peligrosa inestabilidad que supone seguir adelante con el referéndum sobre el último acuerdo de rescate. "Sería útil saber con claridad lo más pronto posible qué camino quiere seguir Grecia", ha advertido el ministro de Economía, Wolfgang Schäuble al tiempo que en Atenas el Ejecutivo de Yorgos Papandreu ponía en marcha una comisión para celebrar la consulta lo antes posible.
En la misma línea que Schäuble se ha pronunciado más tarde la canciller, Angela Merkel, que ha exigido "claridad" al primer ministro griego, Yorgos Papandréu, sobre si quiere seguir siendo receptor de la solidaridad europea. Más beligerante, el portavoz del Ejecutivo federal, Steffen Seibert, ha defendido que "Grecia también tiene una responsailidad" para con el resto de países de la Unión Europea, que en los últimos meses se han mostrado a su vez "solidarios y responsables" con Atenas. Desde París, también el primer ministro, François Fillon, ha pedido a Atenas que diga "rápido y sin ambigüedad si quiere conservar su lugar en la zona del euro".
"Quiero recordar a la población europea y a la griega que no se puede estar en Europa para beneficiarse de su solidaridad y fuera de ella" para saltarse las obligaciones ha destacado Fillon.
"Lo que se decide en una capital europea tiene repercusiones en todos los países, porque todos están ligados. Todos deberían reflexionar a este respecto", ha argumentado en el mismo tono Seibert. El portavoz alemán también ha criticado que Atenas "podría haber planteado la cuestión al resto de países con anterioridad". "Por ejemplo, en la cumbre de la semana pasada", ha indicado.
Después de que los líderes europeos acordaran la semana pasada medidas para ayudar a Grecia y estabilizar la unión monetaria de 17 miembros, el primer ministro griego Yorgos Papandreu conmocionó a sus socios y sacudió a los mercados financieros al anunciar un referéndum sobre el paquete de recate previsto, que asciende a unos 130.000 millones de euros.
Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, han convocado a Papandreu a una reunión de emergencia en Cannes el miércoles antes de una cumbre del G-20. El comisario europeo Günther Oettinger, alemán, ha calentado esta mañana los ánimos al asegurar que las acciones de Papandreu "han empeorado la situación de forma considerable para países que no tienen el máximo rating para su deuda, y el aumenta el peligro de nuevos reveses".
El comisario ha declarado al diario Die Welt que el líder griego debería haber advertido con antelación a los jefes de gobierno europeos de sus planes de convocar un referéndum en las dos cumbres celebradas la semana pasada. El sensacionalista Bild, un periódico de gran tirada en Alemania, asegura en su edición de hoy: "Incluso tomó por sorpresa a la canciller".
"Mi preocupación es que tengamos una situación inestable hasta el referéndum. Los griegos tienen muy buenos fundamentos para votar el paquete. Los pasos que hemos decidido son una buena oportunidad para su país. Pero hay mucha frustración y resignación en Grecia. Si los griegos votan no, las consecuencias son impredecibles", ha explicado el comisario de Energía europeo.
Schäuble, por su parte, comenta en una entrevista en el Hamburger Abendblatt que asumía que "Grecia es consciente de su responsabilidad y continuará con las medidas que hemos acordado juntos y unánimemente". Además, ha repetido su declaración en otra entrevista con el Financial Times Deutschland.
Pero el alemán Manfred Weber, vicepresidente del bloque de centroderecha del Parlamento Europeo, Atenas está "jugando con juego. Si los griegos votan no, no habrá más alternativa que una suspensión de pagos de deuda soberana".
En clave interna, el recrudecimiento de la crisis de Grecia llega en un mal momento para Merkel. Un sondeo publicado hoy revela que la mitad de los electores alemanes no quieren su reelección, aunque para ello todavía queda tiempo, ya que los comicios no se celebrarán hasta 2013. El sondeo, publicado por la revista Forsa for Stern también refleja que el partido democristiano de la dirigente, de centro derecha, está nueve puntos por debajo de la oposición socialdemócrata en intención de voto con un 35% a 44%.
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