El Círculo de Empresarios pide ligar los salarios al beneficio

El Círculo de Empresarios aboga por erradicar el modelo salarial predominante en España, que liga las retribuciones a la inflación. En su lugar, este lobby empresarial propone acomodarlas a la productividad. Y el indicador que más se ajusta a este concepto tan difícil de medir es el beneficio empresarial, según ha explicado la organización esta mañana en rueda de prensa. "Uno de los factores por los que hemos perdido competitividad es porque hemos subido los salarios según la inflación", considera Claudio Boada, presidente de esta organización.

El Círculo da una paso más en la línea expresada la semana pasada por el presidente de CEOE, Juan Rosell, que consideró el IPC como "una antigualla". Pese a que la referencia de la inflación fue considerada como ejemplo de moderación salarial durante la época de auge económico, cuando los beneficios crecían muy por encima de las retribuciones, los empresarios se inclinan ahora por la productividad, en un momento en que los beneficios languidecen. El Círculo de Empresarios echa en falta cambios de modelo salarial en la recién aprobada reforma de la negociación colectiva y la tacha de insuficiente y decepcionante.

La organización empresarial atribuye gran parte de los problemas que vive España a la falta de confianza y sitúa en el ámbito público (aumento de la deuda, credibilidad de las cuentas públicas...) el origen de esa desconfianza. Sin querer mencionarlo expresamente, Boada sugirió la conveniencia de un adelanto electoral. "Lo importante es que se hagan reformas cuanto antes. A la vista de lo que ha pasado con la negociación colectiva, tengo serias dudas de que el Gobierno vaya a acometer las reformas que hacen falta", aseguró el presidente del Círculo, que consideró conveniente "dejar el paso a otro" en ese caso. No obstante, Boada insistió en que el país no se puede permitir esperar para aplicar nuevas recetas, ni seis meses hasta un hipotético adelanto electoral ni nueve meses si se agota el mandato.

Los empresarios recordaron las dudas que se han desatado sobre la calidad de las cuentas públicas, especialmente las autonómicas, y se sumaron a esa desconfianza. Tanto Boada como la responsable de mercado laboral, Mónica de Oriol, aseguraron que la Administración pública contrae deudas no reconocidas y pusieron como ejemplo sus propias empresas, que contratan con algunas administraciones y no reciben la factura en el momento para evitar que corra el tiempo de pago máximo que establece la ley de morosidad. Boada pidió auditorías para todas las cuentas autonómicas y exhortó al cambio: "Cada vez somos más rehenes de lo que no hemos hecho y estamos más expuestos al contagio de Grecia".