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Previsiones de primavera del FMI

El FMI alerta de una crisis fiscal en EE UU potencialmente devastadora

El Fondo mejora las previsiones de crecimiento para España, que aun así son inferiores a las del Gobierno. -El organismo prevé una reducción más rápida de la tasa de paro que la que vaticina Salgado

Con el mundo sacando aún la cabeza de uno de los fracasos más violentos de la vida económica en los últimos cien años, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha abierto hoy su reunión de primavera con un mensaje de optimismo contenido: la recuperación está cobrando ímpetu, aunque el elevado desempleo durará años. Y tras ese mensaje, una retahíla innumerable de riesgos, un sinnúmero de problemas potenciales entre los que destaca uno. La crisis fiscal europea está ahí y ya ha provocado daños serios en algunos países, pero el mayor peligro procede de Estados Unidos: la economía norteamericana tiene "una necesidad particularmente urgente" de atajar sus problemas fiscales "para disipar el riesgo de fuertes fluctuaciones en el mercado de bonos", destaca el Informe de Perspectivas Económicas del FMI. La incertidumbre sobre la posición fiscal norteamericana, cuya deuda superará el 110% del PIB en 2016 (frente al 90% de la eurozona) puede causar "abruptos incrementos en los tipos de interés" en la deuda pública y "desestabilizar los mercados de deuda globales". El FMI exige a Estados Unidos medidas urgentes: una "reforma de la tributación" (eufemismo que esconde en realidad una subida de impuestos) y una reforma de la Seguridad Social (en este caso, la reforma significa en realidad sacar la tijera: recortes).

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En otras palabras, el Fondo vaticina que los problemas fiscales europeos pueden cruzar el Atlántico más pronto que tarde, según el análisis de la institución, por norma general mucho más complaciente con Estados Unidos que en esta oportunidad. A lo largo de la crisis fiscal europea, dos países se han beneficiado de los problemas de los países periféricos: Alemania y Estados Unidos, cuyos bonos han pagado tipos de interés muy bajos por el vuelo hacia la seguridad de los inversores. La tesis del FMI es que eso puede cambiar radicalmente en el caso estadoundiense, cuyo Gobiero ha sufrido un vía crucis para aprobar lso Presupuestos.

España merece capítulo aparte en el informe de primavera de la institución que dirige Dominique Strauss-Kahn. El análisis del FMI sobre la economía española es un capítulo más de esa narrativa que se ha instalado -por el momento- en las grandes plazas financieras acerca del hecho de que España ha logrado evitar el contagio de la crisis fiscal portuguesa: España parece viajar -siempre por el momento- en un vagón distinto al de las tres economías con mayores problemas en la eurozona (Grecia, Irlanda y Portugal). Y si su situación fiscal es algo mejor, también la recuperación económica se afianza: el Fondo mejora las previsiones de crecimiento para este año y el próximo hasta el 0,8% y el 1,6% (las anteriores eran 0,6% y 1,5%).

Moderado optimismo con España

Se trata de cifras sensiblemente inferiores a las recientes previsiones del Gobierno (1,3% este año y 2,3% en 2012), y sin embargo, aquí y allá, el informe rezuma opiniones moderadamente optimistas sobre España. Con dos excepciones: junto con EE UU, España es la única economía en la que prosigue el reventón inmobiliario y "es posible que el precio de los pisos siga bajando", en palabras de Olivier Blanchard, economista jefe del FMI. Y de nuevo junto a Estados Unidos, es el país en el que la crisis más ha impactado en el empleo. Con un corolario preocupante: en España, como en el resto de economías avanzadas, es "muy improbable" una reducción rápida de las tasas de paro ante la combinación de políticas fiscales restrictivas, los costes de la reparación el sistema financiero y el crecimiento por debajo del potencial. Pese a todo y a que ha elevado levemente sus cálculos de desempleo en España, sus previsiones son, en el apartado laboral, algo menos pesimistas que las últimas proyecciones del Gobierno y que las de la inmensa mayoría de los analistas.

El FMI vaticina una tasa de paro del 19,4% para este año, en línea con la anterior previsión del Ministerio de Economía del 19,3% pero que la semana pasada elevó al 19,8%. Para 2012, el organismo internacional augura que bajará al 18,2%. En octubre, el fondo auguraba un desempleo del 19,3% y del 18%, una y dos décimas menos que ahora.

El informe destaca que España "ha hecho más progresos que otros países" en la reforma financiera -aunque el FMI reclama para toda Europa la recapitalización de los bancos solventes y "el cierre de los no viables", algo que no parecen contemplar las autoridades europeas-, y también en lo laboral el FMI destaca algunos avances. Pese al elevado déficit público y a la presión de los mercados de deuda, España no figura entre los países a los que el Fondo reclama mayores ajustes fiscales, de hasta el 10% del PIB en Japón, Estados Unidos, Grecia e Irlanda. La economía española aparece en un segundo escalón, junto a Francia, Reino Unido y Portugal. En opinión de Blanchard, "España está haciendo lo correcto" aunque precisará "muchos años" para que "vuelva a estar bien".

Adentrándose ya en el segundo año de la recuperación, la economía global crecerá en torno al 4,5% este año y el siguiente, aunque a dos velocidades muy marcadas: los países avanzados crecerán un 2,5%, frente al 6,5% de las economías emergentes. "El temor a una recaída no se ha hecho realidad, y la demanda privada está tomando el relevo de los estímulos públicos", ha indicado Blanchard. Si en las economías avanzadas el temor es al bajo crecimiento combinado con la crisis fiscal y unos bancos que siguen sin recuperarse, el del mundo en desarrollo es bien distinto: peligro de recalentamiento y formación de burbujas, por un lado, y de inflación por el alto precio del petróleo y de las materias primas, que puede llevar a provocar nuevas algaradas sociales.

El director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn.
El director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn.REUTERS

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