El FMI quita responsabilidad al Gobierno en la crisis inmobiliaria

El Fondo Monetario Internacional (FMI) no cree que el Ejecutivo español sea el principal culpable de la crisis inmobiliaria que vive el país. A juicio de la economista del organismo Laura Kodres, "cuanto mayor fue la participación de un gobierno en el sistema de financiación de la vivienda, mayor fue el incremento en los precios y más profundo el estallido". Y España no está entre los primeros puestos de las economías avanzadas en cuanto a intervención en este sector.

"Uno no querría culpar al Gobierno por la situación que afronta el mercado inmobiliario", ha dicho Kodres, que ha presentado hoy junto con otros expertos del Fondo los capítulos analíticos del Informe de Estabilidad Financiera Global, uno de los cuales se centra en el sector de la vivienda. La analista ha destacado también que los bancos españoles contaran con un buen sistema de aprovisionamiento, que hacía que "al comienzo de la crisis las arcas eran eran más altas que en otros países".

Aunque no todo podían ser felicitaciones; algo tuvo que hacerse mal para que el estallido de la burbuja inmobiliaria haya sido tan pernicioso, sin bien los reproches han sido muy ligeros. La jefa del equipo que elaboró el capítulo analítico sobre la vivienda, Ann-Margaret Westin, ha dicho que el énfasis de España en las hipotecas de tipo variable "pudo haber contribuido de cierta menera" a la volatilidad hipotecaria.

A quien realmente le caen collejas del FMI es a Estados Unidos, país al que el organismo recomienda reformar de forma urgente su sistema de financiación de la vivienda. Dice que la participación del Gobierno exacerbó las fluctuaciones de los precios y además potenció la excesiva concesión de créditos hipotecarios en la etapa previa al estallido de la burbuja.

Los juicios positivos del FMI sobre la economía y la política española suelen reflejarse en los mercados de deuda pública. Después de que el director gerente del organismo, Dominique Strauss-Kahn, dijera en una entrevista a EL PAÍS que España "no necesita ser recatada", alejándola de la situación de otros países europeos periféricos, la prima de riesgo del bono español a 10 años con respecto al alemán (de referencia por su seguridad) ha vuelto a niveles previos a la caída de Irlanda. La prima ha regresado a los 180 puntos básicos, tras un descenso de 10 puntos en un día.