Zapatero reconsidera el recorte en las infraestructuras y anuncia más inversiones
El cambio en la postura del Gobierno aumenta la presión sobre la deuda española.- El presidente admite que el tercer trimestre no será tan bueno como el segundo
Apenas dos semanas después de aprobar un recorte sin precedentes en la obra pública para reducir el déficit, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, da marcha atrás y anuncia que va a recuperar algunas de las inversiones modificadas por el plan de ahorro. "En 10 ó 15 días podremos dar alguna noticia positiva en cuanto a la recuperación de acciones inversoras en materia de infraestructuras, que afectará a la mayoría de las comunidades y supondrá un alivio, un empujón importante para las empresas constructoras", ha afirmado el jefe del Ejecutivo tras reunirse con el Rey en Mallorca, informa Andreu Manresa.
Además, Zapatero ha advertido de que el tercer trimestre del año "será peor que el segundo", cuando la economía española creció un 0,2%, según las cifras adelantadas por el Banco de España.
La prima de riesgo ha vuelto hoy a tocar los niveles previos a las pruebas de resistencia
Aunque el presidente ha recordado que la austeridad sigue siendo "una prioridad" para su gabinete, los mercados no han recibido con buenos ojos el anuncio y han recuperado la presión sobre la deuda española tras más de una semana de alivio. De hecho, se ha comido toda la mejora acumulada desde la publicación de las pruebas de resistencia a la banca que tan positivas fueron para la imagen de España. Los inversores son poco amigos de los cambios sobre la marcha, aunque menos aún les gustan las incertidumbres. Y el presidente no ha dado ningún detalle sobre cómo piensa dar este "empujón" a las infraestructuras.
Las opciones son más bien escasas. O bien reconsidera sus planes de ahorro y vuelve a poner dinero sobre la mesa para relanzar algunas obras, lo que justificaría la reaparición de las tensiones sobre la deuda en los mercados secundarios, o lo que se guarda es un compromiso de financiación en colaboración con el sector privado. En el calendario, las fechas adelantadas por Zapatero coinciden con la próxima celebración de un consejo de ministros extraordinario el 20 de agosto.
La prima de riesgo sube con fuerza
De momento, el anuncio de Zapatero ha alejado a los inversores de los bonos españoles, que en el caso de los títulos a 10 años han aumentado su rentabilidad en 9 puntos básicos hasta el 4,12% para superar las dudas de los posibles compradores. En paralelo, la prima de riesgo, un indicador que permite evaluar la confianza en un país y que se establece a partir del diferencial entre los tipos que abona por sus bonos decenales frente a los alemanes, de referencia por su estabilidad, ha vuelto a subir hasta los 165 puntos básicos, 15 más que al cierre de ayer. O lo que es más importante: que con este repunte se come todo el terreno recuperado desde la publicación el 23 de julio de los estrés tests.
En contra de la deuda española también ha pesado la reaparición de la aversión al riesgo en este mercado. La constatación de que la recuperación de EE UU va más lenta de lo esperado, los malos datos sobre China o la posibilidad de que la Reserva Federal recupere algunas medidas excepcionales ha trasladado a los inversores a aquellos valores más estables considerados como refugio, lo que va en contra de los intereses españoles. La suma de estas incertidumbres internacionales con las dudas concretas sobre el plan de recorte del Gobierno han motivado que los títulos españoles hayan sido los más castigados de la jornada, por encima incluso de los griegos.
Plan de recortes sin precedentes
El Gobierno anunció hace algo más de dos semanas que cancelaba y retrasaba proyectos de obra pública por valor de casi 10.000 millones de euros para reforzar la consolidación fiscal. El Estado cerró 2009 con un déficit público del 11,2% y ha adelantado sus planes de austeridad para reducirlo al 6% ya en 2011 con el objetivo final de volver al límite del 3% que impone Bruselas de aquí a 2013.
El refuerzo del compromiso del Ejecutivo español contra el déficit le fue exigido por la UE a raíz de la aprobación de un multimillonario fondo de apoyo al euro por 750.000 millones de euros. Con esta medida, los países que comparten la moneda común quisieron hacer frente a la crisis en los mercados de deuda, donde se especulaba contra la posibilidad de un impago por parte de los Estados con más déficit del euro. Sin embargo, no fue hasta el anuncio y posterior publicación de las pruebas de resistencia a la banca cuando llegó la calma para España.
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